Los seis diputados del PNV votarán sí a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno si el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos no contiene "sorpresas", esto es, contradicciones con la política del lendakari, Íñigo Urkullu, que haga aconsejable a ese partido quedarse en una abstención estratégica para luego ir negociando votación a votación. El único escenario en que los nacionalistas vascos votarían no al candidato socialista sería un, hoy por hoy, impensable pacto con Ciudadanos, aseguran a Vozpópuli fuentes de la dirección peneuvista.
Se "entiende" que ahora mismo el candidato esté centrado en lograr el apoyo de Pablo Iglesias a su reelección, empantanado por la exigencia de éste de un "gobierno de coalición" que los nacionalistas vascos no rechazan de entrada, pero siempre y cuando ese gabinete desarrolle unas políticas coherentes y respetuosas con las que lleva a cabo en el País Vasco el que también va a ser socio en el Congreso.
"Hay políticas sociales nuestras sobre las cuales Elkarrekin Podemos -la federación vasca- aquí se viene oponiendo". Y lo que no quiere la dirección del PNV en Sabin Etxea, poniendo en el punto de mira al líder de los morados en esa comunidad, Lander Martínez, es que "si vamos a ser socios en Madrid, nos ataquen aquí. Eso tiene que cambiar".
Justo antes de las elecciones generales, Martínez atacó duramente al PNV por seguir con su tradicional política de "chantaje", al condicionar las "políticas sociales" contenidas en el fallido proyecto de Presupuestos para 2019, a la transferencia de cuatro competencias que finalmente se produjeron: la jubilación de los trabajadores acogidos a EREs en el país Vasco, un tramo de la autopista de peaje A-68, legislación sobre productos farmacéuticos, y el seguro escolar en los centros educativos vascos.
"Somos la tercera pata"
Si se cumple esa condición, al partido que preside Andoni Ortúzar, no les preocupa que esta fase de la negociación la protagonicen PSOE y Podemos, ni que el presidente en funciones haya olvidado llamar a Ortúzar a La Moncloa en los dos meses que han pasado ya desde las elecciones generales del 28 de abril. Tampoco lo va a hacer en esta ronda que va a empezar el líder socialista a su vuelta de Bruselas, pero eso no parece preocupar al PNV.
"Sabemos que somos la tercera pata; no nos importa (esa llamada), pero sí que queremos ver el acuerdo antes de nada", señalan estas fuentes. A eso se refería el máximo dirigente del partido cuando señalaba en una entrevista en El Correo hace dos semanas que el PNV no va a ser el "pagafantas" de un gobierno de "extrema izquierda".
? «EH Bildu (@ehbildu) aún tiene que reconocer el daño causado pero ahora mismo Vox (@vox_es) es mucho más nocivo porque se quiere cargar el sistema», opina Ortuzar (@andoniortuzar). Por Olatz Barriuso (@Olatz76) https://t.co/2oi9dmhg3b
— El Correo (@elcorreo_com) June 23, 2019
No ha habido, en este sentido, más contacto que el que mantuvo el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, con el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, el 12 de junio tras el cual Esteban dijo ese día que "en este momento" Sánchez no tenía los votos para su investidura; y dos semanas más tarde, el 26, el mismo Esteban advertía al PSOE que seguía sin tenerlos.
El político vasco dejaba traslucir cierto malestar por la desidia negociadora de los socialistas, con los que seguía sin mantener "ni ninguna otra conversación ni ninguna otra reunión". Y advertía a Sánchez y su equipo que el veto a que Navarra Suma se haga con la Presidencia Foral de Navarra no puede considerarse un gesto hacia el PNV. "Lo único que quita es un escollo que hubiese sido insalvable" para el PNV, recalcó.