El Partido Popular negocia con prudencia y sin ruido el nuevo acuerdo con Ciudadanos que le permita mantenerse en el Gobierno de Murcia. El primer encuentro, luego de la caída de Pedro Antonio Sánchez, apenas ofreció avances. Lo previsto. El partido naranja insiste en reclamar la desaparición de los aforados en la región. El PP está de acuerdo, pero dentro de un pacto nacional que implique la reforma de Estatutos autonómicos. Un proceso muy largo, que se extendería más allá del debate de investidura en la Asamblea murciana.
"Tienen que sacar pecho y dar la imagen de que han ganado. Luego se impondrá la sensatez", señalan en Génova, desde donde se controlan estas negociaciones. El PP cuenta con un hecho incontrovertible: Ciudadanos no se ha cargado a Sánchez para luego impedir que no haya Gobierno. Miguel Sánchez, el hombre de Rivera en la región, exhibe una actitud de vencedor: "Las condiciones las fijamos nosotros", comentaba este martes después de la primera toma de contacto.
Dos causas pendientes en los tribunales
En el PP han optado por una actitud de calma y sigilo. Ya han sacrificado a su referente en la zona. Ahora se trata de mantener el Gobierno y dan por hecho la elección de López Mira al frente de la Comunidad. Algunas de las condiciones que Ciudadanos pone sobre la mesa pueden ser objeto de estudio y de transacción. Más medidas de regeneración, bajada de impuestos (al estilo de la Comunidad de Madrid), cumplimiento de las enmiendas que presentaron a los presupuestos. Todo es posible, salvo la retirada de los aforamientos. Entre otras cosas, porque el ya expresidente Sánchez quedaría desprotegido ante los tribunales, con dos causas aún pendientes de dilucidar.
"Ciudadanos debe actuar con coherencia, al menos por esta vez", ha señalado Fernando Maíllo, coordinador general del PP. El hombre fuerte de Génova negocia con José Manuel Villegas la salida de la crisis. Se entienden bien, asunto que le preocupa a Rafael González Tovar, el hombre del PSOE en la región, quien todavía acaricia la idea de ser el presidente murciano. Una batalla perdida. Ciudadanos no va a respaldar al dirigente socialista porque sabe que su futuro en Murcia quedaría seriamente dañado.
Tovar todavía acaricia la idea de ser presidente. Una batalla perdida. Ciudadanos no va a respaldar al dirigente socialista porque sabe que su futuro en Murcia quedaría seriamente dañado
"Entramos en la fase de las escaramuzas lógicas en toda negociación. Rivera tiene que hacer ver que se ha cobrado la pieza de caza mayor, que consiguió la salida de PAS, y sigue con el control de la situación", señalan las fuentes mencionadas del PP. Esta circunstancia, sin embargo, no inquieta a la cúpula popular, donde incluso se desliza la necesidad de adaptar el nuevo acuerdo que firme con Cs a su propia propuesta de ley integral anticorrupción, en la que defienden que un político no ha de retirarse del cargo hasta que se le abra juicio oral.
El debate de investidura está previsto para los días 25 y 26 de este mes. Para entonces, ambos partidos habrán puesto sobre la mesa sus exigencias y requerimientos y, finalmente, el nuevo pacto verá la luz con todas las bendiciones. "Nosotros vamos a hablar muy poco y a negociar a fondo para conseguir nuestro objetivo, que es salvar el gobierno de Murcia. El tiempo ya pondrá a cada cual en su sitio", añaden.
