Abierta la precampaña de las elecciones del 21D, PP y PSOE se despegan de la tregua alcanzada entorno al acuerdo para la aplicación del artículo 155 en Cataluña y vuelven a sus posiciones, aunque eso suponga poner en entredicho algunos de los compromisos que parecían cerrados durante estas semanas de armisticio en las que Mariano Rajoy y Pedro Sánchez han llegado a tener una comunicación fluida y cordial. Los 'populares' desprecian el objetivo del PSOE de reformar la Constitución y los socialistas retoman sus ataques contra Génova y Moncloa por la corrupción.
Cada uno en su trinchera y con la vista puesta en las elecciones que tendrán lugar en Cataluña en poco más de un mes, unos y otros atribuyen al contrario el cambio en su tono y le restan importancia, aunque los ataques escuecen.
En el Grupo Socialista, ayer algunos admitían su "sorpresa" por la manera en la que el PP salió de la constitución de la comisión para el estudio del modelo autonómico, la iniciativa en la que el PSOE tiene puesto todo su esfuerzo para abrir un espacio para el diálogo que acabe fructificando en el inicio de la reforma de la Constitución.
El PP decidió aguar ayer la fiesta al PSOE y, nada más constituirse esta comisión, que nace con sus votos, quiso rebajar al mínimo las expectativas de que, después de estos trabajos, puedan comenzar los de la reforma de la Carta Magna. “No hemos venido aquí con la idea de reformar la Constitución, sino de modernizar el Estado autonómico”, advirtió el portavoz 'popular', José Antonio Bermúdez de Castro.
Así que mientras el PSOE celebraba en el Congreso y en las redes sociales que se abría el camino de su reforma, el PP pisaba el freno. ¿Su argumento? Que de esta comisión pueden salir sugerencias de cambios en el modelo autonómico que no necesiten de una reforma constitucional.
Eso y un aviso en el que coinciden con Ciudadanos: no quieren "ceder o premiar de ninguna manera a quienes han llevado a cabo el mayor desafío a la democracia española en la última década". El partido de Albert Rivera, que sí quiere una reforma de la Constitución, recela a su vez de la comisión del PSOE porque teme que puede convertirse en un "pasteleo" con los independentistas.
El PSOE cree que "el compromiso de Rajoy sigue vigente"
Sin embargo, el PSOE, donde algunos admiten que el PP ha acabado sentado en la comisión "arrastrado por los pelos", no le da importancia a estas palabras e insiste en que, para ellos, "el compromiso de Rajoy sigue vigente".
Los socialistas atribuyen la reacción del PP a la campaña e insisten en que, "se pongan ahora como se pongan", habrá reforma de la Constitución. Después del 21 de diciembre, sostienen, todo cambiará. Es más, confían en que, además de que los 'populares' cambien de actitud, se acabarán sumando los nacionalistas y Podemos, que ni siquiera han querido sentarse.
Ahora, señalan, estamos en campaña y entienden que el PP no quiere dar aire a una iniciativa socialista, a la que van a seguir agarrándose y que creen que se va a abrir camino de todas formas.
En cualquier caso, en Ferraz avisan al PP de que el jarro de agua fría no se lo echa al PP sino "a todos los ciudadanos" que quieren una reforma de la Constitución e insisten en que para ellos lo que prevalece es la palabra de Rajoy ante Pedro Sánchez, que después llevó al Congreso de los Diputados, cuando compareció para explicar la situación en Cataluña.
En aquel Pleno, recuerdan los socialistas, el jefe del Ejecutivo se comprometió con la comisión territorial y dijo que no se negaba a "hablar sobre una reforma de la Constitución".
Pero el PP no es el único que ha girado. Tal y como reconocen en el PSOE, ellos también han "endurecido" su discurso contra el partido del Gobierno. Y lo que llevaba días apuntando maneras ya se ha hecho muy evidente.
Si ayer la portavoz del Grupo Socialista, Margarita Robles, cargó más las tintas contra Rajoy en la sesión de control, acusándole de estar "legitimando el fraude fiscal con sus amnistías", el ataque se recrudeció después de que la Audiencia Provincial de Madrid confirmara el procesamiento del PP, de su tesorera y varios asesores legales por el supuesto borrado de los discos duros usados por el extesorero Luis Bárcenas en Génova.
Robles quiso denunciar la "gravedad" de estos hechos desde la misma puerta de la sala en la que se constituyó la comisión territorial. Después de felicitarse por este éxito, pasó a denunciar que el PP ha demostrado no tener "ninguna voluntad" en la lucha contra la corrupción, como, dijo, ya demostró Rajoy al no asumir ninguna responsabilidad después de declarar como testigo ante la Audiencia Nacional por la supuesta financiación ilegal de su formación.
En ese momento, el PSOE llegó a pedir la dimisión del presidente del Gobierno, aunque ahora esta petición aparece enterrada por toda la crisis catalana. Pero la tregua, en torno a la respuesta conjunta al desafío independentista, parece darse por finalizada.
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