El presidente de la Sala del Tribunal Supremo que este jueves decidió obligar a los bancos a abonar el impuesto sobre las hipotecas, el magistrado Luis María Díez-Picazo Giménez, no fue informado por sus compañeros de la Sala Tercera de esta trascendente decisión, según han explicado fuentes judiciales a Vozpópuli, que destacan que este magistrado se enteró del cambio de doctrina "por la prensa".
Esta forma de actuar, explican otras fuentes a este diario, ha generado un importante malestar en esta Sala del Supremo, ya que refleja que Díez-Picazo no tiene el control de su departamento.
Otras fuentes califican esta actitud como "desleal", porque de forma habitual las sentencias que implican un cambio de doctrina o que tienen una trascendencia especial, siempre se consultan con el presidente de la correspondiente Sala, que puede tomar la decisión de llevar a Pleno la cuestión.
"Sin precedentes"
Esta forma de actuar, que no contó con la presencia del presidente Luis María Díez-Picazo Giménez, ha obligado a éste a tomar una decisión "sin precedentes", que es la de convocar un Pleno, después de hacerse pública una sentencia.
El Pleno de la Sala Tercera, de la que forman parte todos los magistrados que componen la misma, tiene la capacidad de modificar el sentido de la sentencia, explican a este diario las citadas fuentes jurídicas.
Por eso, Díez-Picazo Giménez ha remitido al Pleno de la Sala el conocimiento de alguno de dichos recursos pendientes, "a fin de decidir si dicho giro jurisprudencial debe ser o no confirmado".