El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que ha puesto en jaque a los soberanistas con su auto de procesamiento por un delito de rebelión, considera que la participación en el 'procés' de la exportavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Parlament, la fugada en Suiza Marta Rovira, ha sido "esencial", según pone de manifiesto la resolución judicial que procesa a los soberanistas.
La participación de Rovira, según el auto de Llarena, no fue solo primordial "en la ideación de los mecanismos de actuación", sino también en el impulso parlamentario de la legislación de soporte y en la actuación política de coordinación de "esfuerzos de múltiples sectores de la administración" catalana.
Además, explica el instructor, en referencia a la organización del referéndum, Rovira "asumió una responsabilidad rectora para lograr la plena disponibilidad de los centros de votación el día 1 de octubre, tal y como reflejan las conversaciones telefónicas aportadas".
Jové Lladó
En concreto, en un informe de 5 de octubre dirigido al juez, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señalaron que Marta Rovira era la persona que se encargaba de dar las órdenes al considerado cerebro del 'procés', Josep María Jové Lladó, presunto autor de la hoja de ruta del 'procés'.
En el auto, Llarena incluye a Rovira como una de los encausados cuya contribución consistió en garantizar la realización de la votación del 1-O: "Sabedores del impulso que otros hacían para que la movilización popular protegiera su desarrollo. Su participación contaba así con un pleno conocimiento de las circunstancias de la acción y estaba directamente proyectada a la consecución de la independencia, pues, como se ha dicho, la votación que favorecían [...] era llave para la proclamación de independencia".
Además, como portavoz de Junts pel Sí (ERC y CDC), Rovira firmó las diferentes propuestas que permitieron la Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
25 años de cárcel
Por todo ello, Llarena ya adelantaba en su auto del viernes por la mañana, mediante el cual procesaba a Rovira por un delito de rebelión (con una pena de hasta 25 años de cárcel) la necesidad de que compareciera junto a los exconsellers y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, para decidir si la enviaba a prisión.
La misma resolución de la mañana ya advertía que ante la elevada pena del delito de rebelión existía un importante riesgo de fuga, algo que hizo Rovira. Por eso el juez activó por la tarde la orden de detención de la portavoz de ERC, recién llegada a Suiza.