El PSOE calca el resultado del 23-J y evita un batacazo en plena imputación de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Los socialistas, que logran 20 escaños con el 30,19 % de los votos, celebran la derrota, porque aseguran que no implica "cambio de ciclo". "Hay legislatura", zanjan fuentes de la dirección. Ferraz esquiva un golpe de consecuencias imprevisibles tras movilizar a sus votantes y pescar en su izquierda con un final de campaña salpicado por la citación de Gómez ante el juez el próximo 5 de julio.
"La máquina del fango permanente nos ha llevado al mismo resultado electoral", ha asegurado la candidata, Teresa Ribera. El PSOE ha recurrido a una vieja maniobra de la comunicación política: transformar una debilidad en un ataque para movilizar a los votantes progresistas. Ferraz activó su máquina de persuasión y ha dado aparente resultado. Aunque, en verdad, los socialistas no han terminado tan contentos. El líder, Pedro Sánchez, que ha vivido en Ferraz los resultados, ha evitado comparecer junto a la candidata, que ha estado flanqueada por María Jesús Montero y Santos Cerdán -números dos y tres de Ferraz-.
Los socialistas pierden 2,67 puntos respecto a los comicios europeos de hace cinco años y un punto y medio respecto a las elecciones generales del verano pasado. El equipo de Sánchez, que usó políticamente a Gómez en plena campaña para tener prietas las filas, puede estar relativamente satisfecho, ya que la estrategia de confrontar con la ultraderecha les ha evitado un revolcón.
En Ferraz se extiende la calma, porque el caso Begoña Gómez no ha tenido un impacto significativo en el resultado de este domingo. Cabe reseñar que ya el presidente del Gobierno acusó en su segunda carta a los españoles al juez de instrucción que sigue la pista de las conexiones empresariales de Gómez de interferir en el proceso el electoral de este domingo al anunciar la fecha de la citación en plena campaña.
La papeleta socialista se ha convertido en el lugar común del resto de votantes de su izquierda. Si por algo el PSOE ha resistido esta nueva embestida del PP es por haber pescado apoyos de Sumar e incluso de los socios independentistas de izquierdas, como Bildu y ERC. Esa es otra de las lecturas que se hacen en Ferraz, que ha blandido en esta campaña el grito del voto útil. El propio Sánchez lo pidió en el mitin de cierre en Fuenlabrada: "Hay tres papeletas de la internacional ultraderechista. Y solo hay una papeleta que va a ganar a las tres, la del PSOE".
Con estos resultados, el partido, que llegó a aceptar la tesis del PP de que estos comicios eran un plebiscito sobre el Ejecutivo de Sánchez, sostiene que Alberto Núñez Feijóo "lo ha perdido". Los socialistas acusan al PP de haber ejercido una política de "crispación permanente" y sacan pecho por ser la fuerza dentro del Gobierno en Europa que mejor resultado ha obtenido.
"Nuestro partido es el dique de contención de la ultraderecha aquí y en Europa", ha zanjado Ribera. Los socialistas españoles se ven como el faro de la socialdemocracia europea. Lo que evidencia el 9-J es que Sánchez resiste. Nadie descartaba una revolución tanto en el Consejo de Ministros como en la dirección del partido si el PSOE se estrellaba.
Pero la situación del matrimonio que habita en Moncloa tiene a Ferraz en alerta y en tensión. El grupo parlamentario vive apesadumbrado, molesto e inquieto ante la posibilidad real de que la legislatura termine saltando por los aires por el devenir de una causa judicial de incierto recorrido. En el PSOE aún sigue sin verse un futuro sin Sánchez, pero es probable que la fe en el líder ya esté flaqueando por mucho que el grito de "que vienen los ultras" siga funcionando.
Es más, a tenor de la suma de los partidos por bloques ideológicos, debería resonar la alarma. PP, Vox y el partido de Alvise suman el 48,38 % de los votos, mientras que la suma de PSOE, Sumar y Podemos se queda en el 38,1 %. Es decir, más de diez puntos. España, aunque los socialistas no lo reconozcan en público, está girando a la derecha.
marqueslinchado
El Duce y su Petaccio calcan el resultado, pero la Bombacci de Fene se deja las mechas por el camino.