Tres días después de la victoria de Pablo Iglesias al frente de Podemos, Manuela Carmena ha podido aprobar sus Presupuestos en Madrid gracias al apoyo del PSOE después de un prolongado tiempo de espera. La gestora que preside Javier Fernández ve garantizado el poder territorial conseguido en las autonómicas y locales de 2015 porque no cree que Iglesias se atreva a desestabilizar los gobiernos de seis comunidades autónomas y cientos de corporaciones locales sirviéndose de mociones de censura en las que tendría que contar, en la mayoría de los casos, con el concurso del Partido Popular.
El PSOE considera que Podemos carece de margen para promover junto al PP mociones de censura en seis comunidades
La recomposición del mapa municipal y autonómico era un asunto que permanecía pendiente desde las últimas legislativas y no parece que después de ellas y de los congresos por los que han pasado el PP, Ciudadanos y Podemos, vaya a significar un problema para el poder territorial que los socialistas conquistaron cuando Pedro Sánchez era secretario general. “Hemos pasado por numerosos altibajos que en ocasiones nos han obligado a aprobar los Presupuestos con el PP, pero no vemos de ninguna manera a Iglesias favoreciendo alianzas con la derecha para quitarnos presidencias de comunidades autónomas porque carece de margen político para ello”, afirman fuentes de la gestora socialista.
Una respuesta de Podemos en esta dirección después de la derrota de Iñigo Errejón, añaden estas fuentes, tendría consecuencias inmediatas también para la formación morada y sus afines en cientos de ayuntamientos, incluido el de Madrid, aunque tampoco sería una reacción homogénea debido a la fuerte división interna que aqueja a la mayoría de las federaciones del PSOE.
Tanto el Partido Socialista como Podemos, pues, parecen resignados a tener que convivir en medio de crecientes ataques mutuos mientras comparten ciertas complicidades de gobierno en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares, Asturias y Aragón. A ninguna de las dos formaciones, reconocen fuentes de la gestora, les conviene ahora entrar en una guerra a muerte dentro de la izquierda que tendría réplicas inmediatas no solo en Madrid sino también en ayuntamientos tan importantes como el de Valencia o Barcelona, donde el PSOE ha contribuido también a hacer alcaldes a Joan Ribó o Ada Colau.
La paradoja es que mientras en el poder regional y local va a seguir habiendo sinergias dentro de la izquierda, en el conjunto de España cualquier tipo de colaboración se antoja imposible después del balance que el PSOE ha extraído de la asamblea de Vistalegre II. “Gane quien gane las primarias de mayo, resultará imposible establecer una alianza dentro de la izquierda con la participación de Iglesias. Su triunfo aplastante lo único que ha hecho es dinamitar cualquier posibilidad de entendimiento con nosotros, incluso en el supuesto improbable de que Pedro [Sánchez] volviera a la secretaría general”.
La caída de los gobiernos que preside el PSOE en seis regiones tendría sus réplicas en cientos de ayuntamientos
En Ferraz se recuerda que el riesgo de perder poder territorial por la actitud de Podemos fue mucho más alto hace un año que ahora cuando Pablo Iglesias pegó un sonoro portazo a Sánchez en su intento de investidura con el pretexto de que había cerrado un pacto previo con Ciudadanos. Con anterioridad, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García-Page habían encontrado serios problemas para sacar adelante los presupuestos de Extremadura y Castilla-La Mancha y Javier Lambán en Aragón había recibido serios avisos por parte de Pablo Echenique de que su Gobierno tenía los días contados, amenaza que luego no ha llegado a concretarse.