El PSOE no se mueve ni una coma de su apoyo al Gobierno en la defensa de la legalidad y el Estado de Derecho, con "mesura y proporcionalidad", como viene defendiendo desde hace semanas. Así se lo volvió a trasladar ayer Pedro Sánchez al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una nueva reunión en Moncloa, después de que la Guardia Civil lanzara una operación contra los organizadores del referéndum, que se saldó con 14 altos cargos del Govern detenidos. Ferraz dejó claro su respeto a las decisiones judiciales y restó importancia al coro de voces discrepantes que las cuestionaron, fundamentalmente en el PSC, pero no solo.
"La línea roja es la ley". Con esta rotundidad respondió ayer el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, al ser preguntado por las palabras de la presidenta de Balerares, Francina Armengol, asegurando que las detenciones de cargos de la Generalitat habían traspasado "líneas rojas".
Ábalos se desmarcó totalmente de las declaraciones de Armengol pero evitó, con cuidado, desautorizarla y defendió que las "opiniones personales" son todas "respetables": "¿Cómo nos va a parecer reprochable una opinión y más si es de una compañera?". A su juicio, en esta crisis, lo de menos es que algún compañero piense "de una forma distinta".
Ronda de contactos de Sánchez con los 'barones'
Pero, en cualquier caso, el 'número tres' del PSOE aseguró que en lo fundamental está todo el partido de acuerdo. De hecho, según dijo, Pedro Sánchez hizo ayer una ronda de contactos con los dirigentes territoriales y comprobó que no tienen "ninguna discrepancia". Todo el partido, dijo, esta "a la altura de la situación", que exige "máxima responsabilidad".
Y de la misma manera, en el PSOE quitan importancia a las voces discrepantes que han surgido del PSC después de esta operación judicial. La posición oficial la marcó el líder del partido en Cataluña, Miquel Iceta, en una declaración a las 13.00 horas en la que llamó a la serenidad y la calma y, aunque defendió que la solución a la crisis no está en los tribunales, advirtió de que "la vía unilateral e ilegal" que ha elegido la Generalitat "comporta la actuación de los poderes del Estado" para frenar el 1-O.
El líder de los socialistas catalanes hizo hincapié en la búsqueda de una solución política, porque no se puede responder sólo por la vía judicial, pero evitó en todo momento cuestionar la operación de la Guardia Civil. Horas antes, en un mensaje interno enviado a los cargos de su partido al que tuvo acceso este periódico, defendió que mientras los independentistas mantengan su intención de celebrar el 1-O, "es inevitable que prosiga el esfuerzo del Gobierno de España y de la justicia para evitarlo".
Pero no todo su partido comparte esta valoración y así se pudo ver durante toda la jornada. En el PSC hay muchos socialistas "incómodos" por el modo en el que el Gobierno está gestionando en las últimas horas la crisis y, en concreto, por la operación policial de este miércoles.
En un mensaje interno, Iceta defendió que mientras los independentistas mantengan su intención de celebrar el 1-O, "es inevitable que prosiga el esfuerzo del Gobierno de España y de la justicia para evitarlo"
Uno de los mensajes más significativos fue el comunicado hecho público por los alcaldes socialistas del Baix Llobregat, una de las federaciones más potentes del PSC, pidiendo que cesen "las actuaciones policiales de registros y detenciones a altos cargos del Govern" porque "no resolverán el conflicto político" sino al contrario, "contribuirán a dificultar todavía más una salida democrática y cívica".
"Los tiempos del miedo, las amenazas, las detenciones y de señalar a una persona por sus creencias políticas han quedado lejos; en democracia, esta forma de actuar no tiene cabida", añadía el comunicado firmado por los alcaldes de esta comarca, en la que el PSC gobierna los municipios más importantes, como Cornellà de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Gavà, Castelldefels y Sant Joan Despí. También está Viladecans, cuyo primer edil, Carles Ruiz, forma parte de la Ejecutiva de Pedro Sánchez.
Un mensaje muy similar lo lanzó también la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet y secretaria de Cohesión Social de la Ejecutiva de Pedro Sánchez, Núria Parlon, a través de su pagina en Facebook, pidiendo "detener los excesos y defectos de los bandos enfrentados" y lamentando que "las escenas de los registros en las instituciones de la Generalitat y las detenciones de cargos políticos retrotraen a imágenes en blanco y negro, a la falta de libertades, a la coacción y el silencio forzado".
Como con las palabras de Armengol, desde Ferraz no se ha querido criticar lo que consideran que son "opiniones" de compañeros. El secretario de Organización defendió que a los socialistas les gusta expresar opiniones personales, y eso no es una debilidad, sino una fortaleza, y subrayó que los firmantes no son "ningún órgano del partido". Todos, recalcó, pueden opinar, pero las decisiones las toman "los órganos legitimados" y, en este caso, la posición oficial la sentó el primer secretario del PSC con su declaración.
Desde Ferraz no se ha querido criticar lo que consideran que son "opiniones" de compañeros. Ábalos defendió que a los socialistas les gusta expresar opiniones personales, y eso no es una debilidad, sino una fortaleza
Pero, además, Ábalos lanzó un guante a sus compañeros socialistas en Cataluña, al defender que hay que entenderles porque son quienes "están sufriendo la fractura" y lo están "viviendo en las calles", recibiendo "la presión de los ciudadanos". "El sentimiento es fruto de la presión directa que están recibiendo", explicó.
Y el PSOE comprende, además, que estas detenciones han generado "alarma" y "mucha inquietud", porque la gente no está acostumbrado a que se produzcan detenciones "por hechos políticos, aunque sean ilegales". Es más, algunos miembros de la dirección federal comparten que la escenificación de la actuación policial de ayer fue excesiva, pero, al mismo tiempo insisten en que no se puede ir a la anécdota y lo importante es la defensa de la legalidad. Y el PSOE cree que se está actuando conforme a derecho.
En definitiva, Ferraz trató ayer de tender puentes entre todos los socialistas y garantizar su respaldo al Gobierno ante la crisis, después de la imagen de división que ofreció un día antes en el Congreso. Primero, con la dureza de la portavoz socialista, Margarita Robles, exigiendo a Rajoy que aclare qué piensa hacer, y después, en la votación de la iniciativa de Ciudadanos, que se frustró con un 'no' del PSOE, que a su vez agitó a la bancada socialista.