Los integrantes del "clan policial mafioso" liderado por José Manuel Villarejo eran conscientes de que el acceso a las cuentas bancarias facilitadas por el BBVA era irregular, tal y como se desprende de una grabación realizada por el propio excomisario, a la que ha tenido acceso Vozpopuli.
En el audio, el abogado Rafael Redondo, socio del excomisario, rechaza entregar un informe por escrito a su cliente. Sin embargo, sí accedía a que lo su cliente lo viera y se lo aprendiera de memoria.
"No te voy a dar un informe de esto. Yo si quieres un día quedamos, te traigo el movimiento, tu lo ves, te lo aprendes de memoria, y ves los movimientos tal cual, pero yo eso no te lo puedo poner en el informe Paco, porque no te interesa a ti y yo tengo que cuidarte", explica Rafael Redondo a su cliente Francisco Carpintero, del bufete Herrero y Asociados.
625.000 euros
El despacho de abogados se comprometió a pagar 625.000 euros a Villarejo para que espiara a los letrados que habían abandonado el despacho. Este acuerdo lo negociaron, según un informe de 23 de marzo de 2018 de Asuntos Internos de la Policía, varios responsables del despacho con el propio Villarejo, que era comisario en activo, y con Rafael Redondo, el principal socio de este en su empresa Cenyt.
Ambos aceptaron el encargo, y por ello inician la ejecución del denominado "Proyecto Iron", que según la Policía incluye varias medidas de carácter transversal: "Mediáticas, jurídicas y de investigación propiamente dicha, algunas de ellas restrictivas de derechos (derecho a la intimidad, secreto de las comunicaciones, secreto tributario, etc.)", especifica el informe policial.
En las grabaciones, Redondo se refiere a Villarejo como "el jefe", al mismo tiempo que otro de los exagentes, Antonio Bonilla, denomina al excomisario como "presidente" o "presi", la misma identificación que utiliza el comisario Carlos Salamanca, otro de los imputados de la trama policial, para dirigirse a Villarejo.