Los últimos gestos del Gobierno de Mariano Rajoy tendiendo la mano a los independentistas para negociar "dentro la legalidad", movimientos que llegan incluso antes de la celebración del referéndum de independencia (cuando se esperan para después del 1-O) no ha surtido ningún efecto en la postura de la Generalitat, al menos de puertas hacia fuera. El Ejecutivo de Carles Puigdemont ha respondido elevando del órgano, intensificando los preparativos de la consulta secesionista y asegurando que se votará a toda costa "guste o no guste".
El PP movió sus peones este jueves para adelantar la creación de la 'Comisión Cataluña' en el Congreso, una iniciativa impulsada por el PSOE de Pedro Sánchez que ha tenido el apoyo no sólo de los populares, sino también de Unidos Podemos, PNV e incluso el PDCat, la formación de Puigdemont. Esa comisión de estudio pretende buscar una solución al problema de Cataluña en el marco de una reforma constitucional. También estará sobre la mesa la revisión del modelo de financiación autonómica.
A este hecho hay que añadir las declaraciones del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien en una entrevista en el diario Financial Times, ofreció a la Generalitat la posibilidad de negociar un pacto fiscal si desconvoca el referéndum. "Cataluña ya tiene mucha autonomía, pero podríamos hablar de una reforma del sistema de financiación y de otros asuntos", señaló el ministro.
Pero ningún de estos dos mensajes han causado alteración alguna en los planes de Puigdemont. Tras conocerse la aprobación de la 'Comisión Cataluña', el presidente de la Generalitat ha dado a conocer los colegios electorales del 1-O a través de una web ilegal, ha realizado una declaración institucional (con vídeo incluido) para decir que tiene "planes de contingencia" que garantizan el referéndum, ha publicado un artículo en The Washington Post en este sentido y ha convocado a su Consejo de Gobierno para reafirmar la hoja de ruta de la desconexión. Todo en menos de 24 horas y justo cuando el Ejecutivo de Mariano se ha mostrado más proclive a la negociación.
En su artículo de este viernes en The Washington Post, titulado 'Disculpa, España. Catalunya votará sobre la independencia te guste o no', Puigdemont subraya que el Govern ha hecho "esfuerzos fracasados" para pactar la consulta con Rajoy y que éste "ha rechazado aceptar el reto democrático" y ha optado por "una represión autoritaria". Además, el jefe de la Generalitat sostiene: "Nuestro compromiso con el derecho a la autodeterminación y la voluntad del pueblo catalán de decidir su propio futuro permanece inamovible. La represión del gobierno español no podrá cambiar esto", apostilla.
Por su parte, el conseller de Presidencia, Jordi Turrull, ha afirmado este viernes, al término del Consejo de Gobierno, que "el único planteamiento que hay es votar el 1-O". "Ante la represión, respondemos con afirmación democrática. Nuestra determinación para el 1-O sigue, nos corresponde hacerlo lo mejor posible", ha enfatizado. En dicho Consejo se ha acordado, además, el cese de Josep María Jové, número dos del vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, para "protegerle" de las multas del TC a raíz de su detención por la organización del referéndum.