Mariano Rajoy da por buenos los resultado del congreso regional del partido en Cantabria. La dirección de Génova confirma que María José Sáenz de Buruaga es la presidenta 'a todos los efectos'. El Comité de Garantías del PP estudiará el escrito presentado por su adversario, Ignacio Diego, que denuncia una serie de irregularidades cometidas durante el proceso. Asunto cerrado. Poco más hay que hablar.
El largo rosario de congresos autonómicos del PP se cerró con tan sólo un punto negro: Cantabria. Diego, hasta ahora presidente regional, fue desplazado del sillón por su mano derecha de siempre, Sáenz de Buruaga, quien se impuso en un pulso intenso por tan sólo cuatro votos. Cuatro fueron precisamente las papeletas que el Comité organizador rechazó como nulas.
Un escrito de protesta
Casi un centenar de alcaldes, concejales y mandos intermedios de la formación cántabra se plantificó ante las puertas de Génova esta Semana Santa. Pretendían entregar a Rajoy, Dolores Cospedal y Fernando Maíllo un escrito de recurso contra esta arbitrariedades. Les recibió el responsable de seguridad. No había en la casa miembro alguno de la cúpula.
Los reclamantes señalan en su carta una serie de irregularidades detectadas en el transcurso de la celebración del congreso, tanto en el proceso electoral como, muy particularmente, en la fase de escrutinio. El comité de dirección nacional celebró este lunes su primera reunión tras el reposo vacacional. No hubo rueda de prensa posterior al cónclave, en contra de lo habitual. Silencio absoluto sobre lo tratado. No pudo preguntarse, por lo tanto, acerca de esta cuestión.
Trascendió, eso sí, que Génova respalda firmemente a Sáenz de Burugua como vencedora en las elecciones y confirma su condición de nueva presidenta del PP en Cantabria. Señala que se estudiará en la instancia correspondiente el texto con la queja y poco más. Asunto cerrado.
No son de la misma opinión los seguidores de Diego que en su momento amenazaron con llevar el asunto a los tribunales. Amagan también con abandonar la formación, pese a que muchos de ellos llevan militando desde hace años. Cantabria ha sido la excepción a unos congresos celebrados sin sobresaltos y sin apenas ruido. Hubo que registrar la derrota del candidato del aparato en Rioja, donde Ceniceros se impuso a Gamarra. Poco más. Todo salió conforme a los planes diseñados por Fernando Maíllo, coordinador general del partido, que ahora ultima los congresos provinciales que ahora arrancan y que deberán estar cerrados antes del verano.
En estas asambleas se espera algunos momentos ríspidos, ya que el proceso de renovación que se impulsa desde la cúpula nacional puede encontrarse con mayores obstáculos de los que se han visto en la fase regional. Castilla y León, la comunidad de la que procede el propio Maíllo, puede provocar incluso alguna sorpresa.
