Los presidentes de comunidades gobernadas por el PP tienen un problema. Si el Grupo Popular del Senado -dispone de mayoría absoluta- rechaza el objetivo de déficit del Estado que va a plantear Pedro Sánchez, pueden olvidarse de su parte en los 2.500 millones de euros adicionales que se van a inyectar en sus cuentas 2019 relajando el recorte del déficit autonómico, del 0,1% del PIB previsto al 0,3%.
Ese dinero extra es un caramelo para que los presidentes de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; Madrid, Ángel Garrido; Castilla y León, Juan Vicente Herrera; Murcia, Fernando López-Miras; y La Rioja, José Ignacio Ceniceros, entre otros, presionen a quien salga elegido presidente del PP en el congreso de ese partido este fin de semana, Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Casado.
Hoy, jueves, se va a comprobar cuál es la primera reacción de esos consejeros de Hacienda del PP en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que dará luz verde al proyecto que el Consejo de Ministros aprobará mañana, viernes.
El Gobierno podría seguir adelante con el Presupuesto 2019 aunque la Cámara Alta 'tumbe' el objetivo de déficit, pero se enviaría una señal muy mala a Bruselas
Porque, así como el techo de gasto no requiere votación de las Cortes, los objetivos de déficit y deuda que lo acompañan en el proyecto de ley, sí requieren doble aprobación, del Congreso y del Senado, según la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Y si el PP lo tumba en la Cámara Alta, volvería al Gobierno, que dispondría de un mes de plazo para presentar otro.
No obstante, el proyecto de presupuesto podría seguir adelante aún sin la aprobación de esos objetivos, pero las fuentes consultadas admiten que se enviaría una "mala señal" a la Comisión Europea.
Por eso La Moncloa busca la abstención del Grupo Popular en el Senado, para que el proyecto de ley no sea devuelto, aunque luego vote en contra del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2019. Y, lo "lógico", señalan fuentes consultadas, es que el Grupo Popular también se abstenga en el Congreso.
Además, una abstención del PP también en el Congreso aliviaría la enorme presión sobre el PSOE que está ejerciendo su socio parlamentario preferente, Podemos. La formación morada ya ha advertido a los socialistas que no basta con haber disminuido el recorte en 6.000 millones.
A Podemos no le bastan los 6.000 millones más de gasto en 2019 que la ministra Calviño negoció esta semana con el comisario Moscovici en Bruselas, exige 15.000
Quieren, dice Alberto Garzón, su portavoz en la Comisión de Economía del Congreso y líder de IU, 15.000 millones más para políticas sociales, algo que descuadraría por completo la senda de reducción pactada por la ministra de Economía, Nadia Calviño, con el comisario de Presupuestos comunitario, el francés Pierre Moscovici, la pasada semana en Bruselas.
El presidente del Gobierno, que este martes recibió en La Moncloa a uno de los que van a ser protagonistas de esas negociaciones, el gallego Núñez Feijóo, sigue así la tradición de todos los que le han precedido en el cargo de presionar a los barones del principal partido de la oposición con un argumento "de Estado".
Sabe que las comunidades autónomas están pasando serios apuros para financiar servicios básicos, como Educación, Sanidad y Dependencia; unos apuros que se han visto agravados en los últimos dos años con las dificultades para sacar adelante unos presupuestos en un Congreso y un Senado tan fraccionados desde las elecciones generales de 2015.