Pedro Sánchez liderará en primera persona la negociación final para formar Gobierno. El jefe del Ejecutivo asumirá un papel más relevante en el diálogo que se avecina en septiembre no sólo porque se la juega, sino también por la tensión y la desconfianza que presiden la relación entre Carmen Calvo y Pablo Echenique.
PSOE y Podemos insisten en que es pronto para hablar de nombres, pero los dos partidos se plantean introducir aire fresco en la mesa de negociación. En Podemos, dicen, están esperando la llamada de Sánchez a su líder, Pablo Iglesias. El PSOE, por su parte, sostiene que Sánchez será el encargado de tomar la iniciativa cuando esté lista la propuesta salida de sus reuniones con colectivos y asociaciones.
Confianza rota
El presidente el Gobierno en funciones dijo antes de marcharse unos días de vacaciones que el documento no es cerrado. Y que las aportaciones de la formación morada y de otros partidos susceptibles de apoyar la investidura, incluido el separatismo catalán, serán bienvenidas.
Pero el meollo de la negociación no es el programa, sino la coalición de Gobierno. Y ahí es donde Calvo y Echenique chocaron. Podemos acusó al equipo de Calvo de "falsificar" el documento que el PSOE hizo público con las demandas del partido de Iglesias en julio.
Más recientemente, Calvo ha arremetido contra las críticas de Echenique a Sánchez en las redes sociales. El malestar por los tuits del dirigente morado llegó al propio presidente, que en su audiencia con el Rey en Palma admitió que la "desconfianza" con Podemos era recíproca.
Sánchez puede echar mano de otros interlocutores como Ábalos y Montero, pero el relevo de Echenique en Podemos no está tan claro
Sánchez puede echar mano de varios interlocutores al margen de Calvo. No sólo está su jefe de Gabinete, Iván Redondo, en la sombra. En su breve mandato tras la moción de censura, tanto el ministro de Fomento y número tres del PSOE, José Luis Ábalos, como la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mantuvieron contactos bastante frecuentes con Podemos. Y la confianza del partido morado con ellos no está quebrada como en el caso de Calvo.
Echenique ha sido preguntado en la Cadena Ser por esos choques con Calvo y ha admitido que no tendría problema en que negociase otra persona.
El relevo en Podemos, sin embargo, no está tan claro. Si Sánchez asume un rol más protagonista su interlocutor natural es Iglesias. Con Irene Montero fuera de juego tras dar luz a su tercer hijo, Echenique es el dirigente de mayor confianza de Iglesias.
Echenique, jefe negociador
El líder morado sacó a Echenique de la secretaría de Organización tras el fiasco de Podemos en las autonómicas y municipales del 26 de mayo. Pero creó la cartera de Acción de Gobierno precisamente para que liderase las negociaciones de Gobierno con el PSOE.
Vozpópuli ha desvelado que Sánchez baraja ofrecer a Podemos la entrada al Consejo de Ministros, pero dentro de dos años (a mitad de la legislatura). Echenique ha insistido este lunes en que el Gobierno de coalición es el mejor reflejo del resultado de las urnas el 28 de abril.
En la entrevista en la Cadena Ser, Echenique ha calificado de "poco responsable" la actitud del PSOE de llevar la negociación otra vez al tiempo de descuento. El límite para la investidura es el 23 de septiembre. Este diario ya adelantó que Iglesias no aceptará un diálogo de 48 horas como el de la investidura fallida.
"Nos parece una actitud poco responsable llevar la negociación al pitido final", ha dicho Ehcenique. El dirigente morado respondía así a la sugerencia de Ábalos de que estas situaciones suelen resolverse en el último minuto.
Echenique asume que Sánchez no contempla en este momento el Gobierno de coalición, que sigue siendo de momento una exigencia inamovible de Podemos.
"Ojalá me equivoque, pero creo que el PSOE maneja tres opciones: un acuerdo con Ciudadanos, con la derecha; un Gobierno en solitario, de ordeno y mando; y la repetición electoral. Y las tres son malas opciones", ha asegurado.
