El Gobierno se da dos meses de plazo para presentar los Presupuestos Generales del Estado. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confía en contar con la abstención de ERC, pero no las tiene todas consigo. Desde su entorno ya no se descarta negociar en paralelo las cuentas del 2020 y el 2021 por si acaso.
No habrá Presupuestos sin los apoyos parlamentarios garantizados. Fuentes de Moncloa sostienen que, por un lado, no irán al Congreso a perder la votación. Y, por otro, descartan unas cuentas aprobadas en otoño que duren dos o tres meses. La idea es acelerar los plazos, y llevar el proyecto a las Cortes en mayo o principios de junio como muy tarde.
Esta situación traslada la presión a Esquerra. El primer debate que debe superar la tramitación presupuestaria es el de las enmiendas a la totalidad. El Ejecutivo de coalición PSOE-Podemos confía en el respaldo de ERC para superarlo. A partir de ahí, la negociación se centraliza en el Parlamento.
A la espera de los Presupuestos catalanes
El partido separatista ha trasladado que no negociará hasta que se aprueben los Presupuestos de Cataluña, cuyo debate final está previsto para mediados de marzo. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, situó ese debate como el punto y final de la coalición JxCat-ERC en la Generalitat y la legislatura catalana. Pero nadie conoce todavía el calendario electoral de Torra, marcado ahora por la cita adelantada del País Vasco y Galicia el 5 de abril.
Esta incertidumbre puede marcar la negociación presupuestaria. Moncloa es consciente. La disposición a hablar con ERC es total, pero Montero no quiere esperar eternamente. Fuentes del Gobierno admiten que podrían meter en el mismo pack de la negociación los Presupuestos del 2020 y el 2021 si se siguen estirando los plazos.
Hacienda dispone de esa carta al haber aprobado una senda de déficit para varios años, si bien, las previsiones se pueden ver alteradas por factores externos, como ocurre ahora con el brote del coronavirus.
Lo que no quiere el Gobierno es tener que esperar al otoño para tener unos Presupuestos que solo estarían vigentes durante dos o tres meses. Hacienda mantiene de momento en público que su objetivo es presentar unos Presupuestos para 2020 y que no contempla la opción de darlos por perdidos y centrarse en los del 2021.
No habrá Presupuestos sin apoyos
Pero es una opción que empieza a ganar enteros si no se desbloquea la negociación con el resto de fuerzas políticas, y especialmente ERC. Los republicanos están pendientes de las elecciones y la presión de Carles Puigdemont, que reunió a unas 100.000 personas en un mitin en Perpiñán (Francia) este pasado fin de semana.
Moncloa no repetirá lo ocurrido en la recta final de la pasada legislatura. Pedro Sánchez llevó los Presupuestos y se encontró con sendas enmiendas a la totalidad de JxCat y ERC. La derrota parlamentaria tumbó su gobierno y motivó el adelanto electoral al 28 de abril.
En esta ocasión, la coalición PSOE-Podemos solo presentará las cuentas si tiene los apoyos parlamentarios garantizados.