Política

Sánchez rechaza gobernar con Iglesias para no abonar "la dinámica de bloques"

El candidato compareció ante la prensa tras encargarle Felipe VI formar gobierno para advertir a Casado, Rivera e Iglesias que "o gobierna el PSOE o gobierna el PSOE"

  • Pedro Sánchez en La Moncloa.

Pedro Sánchez sigue empeñado en "escuchar a todos y superar la dinámica de bloques", explican a Vozpópuli fuentes próximas al presidente, lo que en la práctica supone un no a la entrada de Pablo Iglesias en el próximo Ejecutivo socialista, como ha demandado el líder de Unidas Podemos incluso en la audiencia este jueves con el Rey Felipe VI.

De hecho, el presidente del Gobierno en funciones sigue sin descartar una abstención de Ciudadanos o del PP -pese al no rotundo de ambos ahora mismo-; todo con tal de evitar un bloqueo como el de 2015/2016, que desembocó en una repetición de elecciones generales en seis meses. 

Sánchez ha aceptado el encargo del Monarca para formar gobierno y ahora va a comenzar un delicado encaje de bolillos que no ha querido adelantar en tiempo y forma -los partidos se quejan de que no les ha llamado antes de que fueran a ver al Rey-, para lograr una investidura que, casi seguro, será en segunda votación

A por los 173 diputados

Sabe que PSOE (123 diputados) y Podemos (42) solo suman 165 escaños, a once de la mayoría absoluta; y, además, que otros socios en la investidura, desde los dos diputados de Navarra Suma, dispuestos a abstenerse, a Coalición Canaria, ya han dicho que se no sumarán al programa "de izquierdas" que pretende Iglesias con los socialistas. Eso por no contar a los también necesarios PNV (6) y PRC (1).

La realidad es que está en manos de los dos parlamentarios forales, que esperan a cambio la investidura de su candidato a la Presidencia del Gobierno de Navarra, Javier Esparza, por más que la candidata socialista, María Chivite, siga insistiendo en ser ella quien forme gobierno. El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, advirtió este jueves que no piensan votar a Esparza.

Con estos mimbres, el presidente del Gobierno en funciones compareció anoche en La Moncloa para advertir a quienes van a ser sus interlocutores en la negociación que "los españoles fueron claros" tanto el 28 de abril como el 26 de mayo: "O gobierno del PSOE o gobierno del PSOE".

"Todos los partidos deben tener altura de miras, construir grandes consensos dialogando con todas las fuerzas políticas", particularmente sus tres líderes, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias. No dijo nada ni de PNV, ni de Coalición Canaria, ni de PRC o Compromís, a los cuales va a dejar para una segunda etapa negociadora.

Y tampoco quiso concretar si, finalmente, Iglesias acabará entrando en su ejecutivo. Porque "son posiciones de partida" de Unidas Podemos en la negociación y luego ya veremos si se sustancia en algo.

"Diálogo con todos"

La semana próxima citara a esos tres líderes, a quienes va a proponer un programa de gobierno basado en cuatro ejes: "La transición ecológica, el impulso a la digitalización, la lucha contra la desigualdad y el fortalecimiento del proyecto común que representa Europa". Eso, y que faciliten "cuanto antes" la investidura porque España no puede esperar.

Respecto a las críticas por su no diálogo con los actores políticos hasta la fecha, ha dicho que "lo entiende", pero insiste en que "no hay mayoría alternativa" y "es responsabilidad de todos", en particular de esas tres fuerzas políticas, además del PSOE. 

Y en cuanto a la crisis de Ferraz con el PSN, dijo que habrá consulta a la militancia navarra, en caso de que Chivite insista en pactar, pero en la idea de que "nosotros no vamos a pactar con EH-Bildu". No para hacer a Chivite presidenta de Navarra con su abstención y, mucho menos, votando a favor el PSN de reelegir al alcalde abertzale de Pamplona, Joseba Asirón.

  

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