Tras la comparecencia en el pleno del Congreso de los Diputados para explicar la posición española en el próximo Consejo Europeo a finales de esta semana en Bruselas (Bélgica), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha sometido a su segunda sesión de control como jefe del Ejecutivo con la consiguiente advertencia del diputado de Esquerra Republicana (ERC) Gabriel Rufián, que ha tildado de hooligans al ministro de Exteriores, Josep Borrel, y a la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet.
Después de que este martes destacase la "valentía" de Pablo Iglesias por acercarse a visitar a Jordi Cuixart a la cárcel, Rufián ha centrado su intervención en lanzar advertencias a Sánchez y aconsejarle para que cambie de asesores políticos. "Si cree que con buenas palabras, llamadas, cenas, comidas, promesas de cargos o palmaditas en los pasillos nosotros nos vamos a olvidar de los nueve secuestrados en las cárceles, le recomiendo que cambie de asesores", ha apuntado.
Y ha continuado sugiriéndole que debería hablar más con ERC y menos con Borrell y Batet, ha quienes ha llamado "hooligans" por hablar de "enfrentamiento civil" en Cataluña. Según Rufián, el jefe del Ejecutivo juega a "poli bueno", una táctica que ha dicho no servir a los republicanos. "Tranquilos, todavía no han llegado los rojos", ha ironizado antes de su intervención dirigiéndose a Rivera y a Hernando.