Pedro Sánchez vuelve a poner tierra de por medio. El presidente del Gobierno pasará, cuatro de los próximos siete días, fuera de España. En plena tormenta sobre la corrupción que afecta a su entorno más directo. Evitando así someterse al control parlamentario en el Congreso de los Diputados.
El jefe del Ejecutivo viajará este miércoles a Faro (Portugal), junto a un nutrido grupo de ministros de su gabinete, para participar en la XXXV Cumbre Hispanolusa. Tres días más tarde emprenderá un nuevo viaje, en este caso en solitario y elegido por él, a la India. Será su primer viaje a este país.
Begoña Gómez le acompañará a la India
En este último caso, en una visita oficial que durará tres días, Sánchez irá acompañado de su esposa, Begoña Gómez. Desde su imputación por parte del juez Juan Carlos Peinado, acusada por varios delitos de corrupción, el presidente no se había llevado a su mujer a ninguna cita internacional. Ni tan siquiera a la cumbre de la OTAN, donde es habitual que los mandatarios vayan acompañados de su pareja.
Donde no es habitual que viaje acompañado de su esposa es a viajes como el de la India. Pues se trata de una visita de trabajo institucional, con una agenda llena de reuniones y compromisos empresariales, en la que el papel que tendrá Begoña Gómez será testimonial. Básicamente, la mujer se desplazará a la India, país al que Sánchez no ha viajado antes, prácticamente para hacer turismo.
Además de Portugal e India, ya en noviembre, Pedro Sánchez también se ausentará de España muchos días. El 7 y 8 estará en Budapest, para asistir a la reunión de la Comunidad Política Europea -que integra a los países de la UE y a los de Europa que no forman parte del club comunitario- y una cita con los Veintisiete.
El 11 y 12 de noviembre se desplazará hasta Bakú, la capital de Azerbaiyán, para acudir a la cumbre del clima COP29. Los días 14 y 15 de ese mes viajará a la ciudad ecuatoriana de Cuenca para participar junto al rey en la cumbre iberoamericana y los días 18 y 19 acudirá a la cumbre del G20 en Río de Janeiro (Brasil).
Cumbre en Portugal
La Cumbre Hispanolusa es una cita habitual en la agenda anual del jefe del Gobierno. El encuentro, según ha explicado Exteriores en un comunicado, será la segunda ocasión en la que los ministros se reúnan en el formato 2+2 conforme al compromiso previsto en el Tratado de Amistad sellado en Trujillo en octubre de 2021.
El objetivo en esta ocasión será analizar la situación internacional y profundizar la coordinación entre ellos ante los principales desafíos en materia de seguridad y defensa, ha explicado Exteriores.
Así, está previsto que los ministros reflexionen sobre el riesgo de la escalada regional en Oriente Medio, la situación de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL) y la necesidad de un alto el fuego que permita iniciar un proceso de paz. El otro gran foco de atención será la guerra contra Ucrania, el apoyo militar, el plan de paz planteado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y la perspectiva de su adhesión a la Unión Europea.
Asimismo, está previsto que aborden la evolución política en el Sahel, la Política de Seguridad y Defensa en África, la seguridad marítima y la cooperación al desarrollo en el continente africano, así como las relaciones entre la UE y la OTAN, la Vecindad Sur y la presidencia española en 2024 del Foro Mediterráneo Occidental.
Viaje a la India
Unos días más tarde, en su viaje a la India, se reunirá con el primer ministro de este país, Narendra Modi. Esta visita, según fuentes de Moncloa consultadas por Vozpópuli, tendrá un especial peso económico y comercial. A la espera de que se concrete la agenda oficial, la previsión es que Sánchez llegue al país asiático el 27 de octubre y protagonice una serie de actos en las dos jornadas posteriores en dos ciudades, Vadodara y Bombay.
Viajará desde Madrid acompañado de una delegación empresarial con intereses en este país, que participarán en un foro con compañías de España e India que se está organizando con motivo de la visita.
En Vadodara se prevé que visite junto a Modi la factoría de Airbus en la que se fabricarán 40 de los 56 aviones C295 que ha encargado la Fuerza Aérea India. El C295 es un avión de transporte militar líder en su categoría, de diseño y fabricación españoles y con una cuota de mercado del 80 % en los últimos diez años.
Otra empresa española, Navantia, está pendiente de la decisión final del Gobierno de la India al optar, junto con la constructora india Larsen&Toubro, a la fabricación de seis submarinos S-81 en un proyecto estimado en más de 4.500 millones de euros.