Política

Un segundo documento también desmonta la mentira de Armengol en la Comisión de la trama Koldo

Este segundo escrito demuestra que las mascarillas se compraron para sanitarios y hasta se distribuyeron por los hospitales. El documento prueba que Manuel Palomino, ex director general del Servicio de Salud de Baleares, también mintió en su comparecencia en la Comisión de investigación en el Congreso de los Diputados

  • Francina Armengol, Manuel Palomino y el escrito que destapa que mintieron en la Comisión del caso Koldo / -

Nuevo torpedo a la línea de flotación que sostiene el nuevo relato de Francina Armengol sobre la compra de mascarillas a Soluciones de gestión -la empresa de la trama Koldo-. La nueva versión de la expresidenta de Baleares consiste en que estas mascarillas se compraron para uso civil y por tanto cumplieron el papel para el que fueron adquiridas -formar parte de un "stock de seguridad"-. Un relato que desmonta la resolución del director del Servicio Balear de Salud que publicó Vozpópuli, y en la que se especifica que estas mascarillas estaban destinadas a los trabajadores sanitarios. Este periódico ha accedido en exclusiva a un segundo documento que demuestra que las mascarillas compradas por 3,7 millones a esta compañía no solo eran para uso sanitario, sino que se distribuyeron entre los hospitales de la región pese a no contar con la suficiente calidad de filtración para ello. Una nueva prueba de que Armengol mintió en su comparecencia en la Comisión de investigación sobre el caso Koldo en el Congreso, y que también lo hizo uno de sus teloneros, Manuel Palomino, exdirector general del Ib-Salut.

Si bien el primer documento que hizo público este medio data del 4 de mayo de 2020, este segundo escrito está fechado el 20 de marzo de 2023, y lleva la rúbrica de Palomino. Se trata del documento emitido a Soluciones de gestión en el que se le comunica que se va a iniciar un proceso de reclamación al haberse detectado que las mascarillas compradas como FFP2 no eran tales, de acuerdo a los análisis técnicos -llevados a cabo tres años antes-.

Palomino hace una reconstrucción escrita de los hechos, apuntando que el 29 de abril se recibieron las mascarillas FFP2 suministradas por la empresa Soluciones de gestión y apoyo a empresas y que fueron repartidas por el Servicio de Salud de Baleares: "Ante la necesidad de garantizar la protección del personal del Servicio de Salud, éste procede a la distribución de estas mascarillas para su uso entre los centros sanitarios que lo conforman".

Esta afirmación desmiente la versión dada por Armengol y Palomino en sede parlamentaria, donde ambos defendieron ante sus señorías que las mascarillas se compraron para "uso civil" y con la intención de ser almacenadas como "stock de seguridad" por si eran necesarias durante la desescalada. Un discurso que les permitiría explicar por qué Soluciones de gestión fue avalada por el Gobierno como proveedor pese a traer unas mascarillas que no cumplían con los requisitos técnicos pactados y por qué no se procedió a su reclamación hasta tres años después. El diputado del PP, José Vicente Marí, insistió precisamente en su interrogatorio a Palomino en la Comisión en que se estaban "inventando" una nueva versión: "Ustedes pagaron para un uso hospitalario".

Retirada de las mascarillas de los hospitales

De acuerdo con el escrito del propio Palomino, el Servicio de Salud de Baleares solicitó al Centro Nacional de Medios de Protección (CNMP) el análisis de las mascarillas suministradas por la empresa de la trama Koldo. El 8 de junio, la CNMP remitió al Servicio de Salud los resultados de los análisis, que determinaron no cumplían con los requisitos técnicos de las mascarillas FFP2.

La siguiente parte del documento entierra de manera definitiva el relato del "stock de seguridad": "En el momento en que se recibe el resultado, el Servicio de Salud procede a comunicar a los centros sanitarios dependientes la retirada de estas mascarillas y a su almacenamiento hasta que se tomen las medidas oportunas".

Pese a que desde el 8 de junio el Gobierno de Armengol ya sabía que Soluciones de gestión les había enviado mal la mercancía, avalaron a la empresa en agosto para que fuese contratada por otros entes públicos. Es decir, que en vez de iniciar un procedimiento de reclamación recomendaron su contratación. "Soluciones de gestión ha realizado suministros de manera satisfactoria... sin tener a fecha de hoy ninguna incidencia", reza el aval firmado por Antoni Mascaró Crespí, quien fuera subdirector de la Central de Compras y Logística y al que el PSOE ha evitado llamar a la Comisión de Investigación. Un hecho sobre el que llamó la atención de manera particular el parlamentario de Vox, Jorge Campos, en sus preguntas hacia Palomino.

Reclamación tres años después

El escrito de Palomino también demuestra que el Gobierno de Armengol no se molestó en reclamar hasta pasados tres años desde que se conociera que las mascarillas de Soluciones de gestión eran defectuosas. Tres años en las que estas mascarillas, pagadas con fondos europeos, estuvieron cogiendo polvo en un almacén del Ib-Salut.

El documento de Palomino es tan solo un aviso de que se va a poner en marcha una reclamación, que no se materializó de manera formal hasta el 6 de julio de 2023, poco antes de la entrada del nuevo Ejecutivo del PP al Govern balear. La Fiscalía Europea ha pedido al juez que instruye el caso Koldo toda la documentación referida a los 3,7 millones de euros que pagó Baleares a Soluciones de gestión por 1,4 millones de mascarillas.

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