El Gobierno y el PSOE parecen haber entrado en modo pánico ante la posibilidad del fin de la legislatura y en las últimas horas se están aferrando a un posible acuerdo in extremis con el PDeCAT para que apoye los Presupuestos y no cumpla su amenaza de presentar enmienda de totalidad, en la esperanza de que eso haga recapacitar a ERC y acabe retirando la suya; y que, aunque no voten sí al dictamen, los republicanos catalanes se abstengan en la votación del miércoles 13 de febrero, según explican diversas fuentes parlamentarias a Vozpópuli.
Eso abriría paso a dos meses más de tramitación de enmiendas parciales al proyecto de ley en el Congreso y daría oxígeno a Pedro Sánchez, tiempo para desterrar la sombra de una precipitada convocatoria de elecciones generales junto con europeas, autonómicas y municipales, el temido por los barones y por gran parte del PSOE superdomingo 26 de mayo (26M).
Si el miércoles 13 de febrero el presupuesto sale vivo del debate de totalidad, el rechazo final ya sería en la segunda semana de abril; es decir, no habría elecciones generales hasta otoño. Porque legalmente ya no podría juntarlas al 26M -hay que disolver el 28 de marzo- y Sánchez dispondría de todo el verano para aprobar vía real decreto las principales medidas de las cuentas tumbadas (dependencia y otras).
Lo cierto es que, aunque desde la Moncloa y desde el Grupo Socialista se insiste en que no van a salirse en la negociación en el Congreso del "marco presupuestario", en privado empiezan a sopesar la idea de crear una mesa de partidos estatal para solucionar el conflicto político en Cataluña; no con un "mediador", como piden los independentistas, pero sí con la figura de "alguien que dé fé" de esas conversaciones, una especie de notario, como ha propuesto este martes el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.
Lastra habla de un "coordinador" de la mesa de partidos estatal sobre Cataluña, que el Gobierno está dispuesto a crear para salvar el 'match ball' de la legislatura que son los presupuestos
En esta linea la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, no descarta una mesa de partidos estatal, pero desvinculándola de la negociación con PDeCAT y ERC de los próximos días. "Si hubiera un acuerdo sobre una mesa de partidos a nivel nacional, sobre un coordinador o lo que fuera de esa mesa de partidos se haría saber", ha señalado Lastra, precisando que a día de hoy "no hay nada encima de la mesa".
"En las próximas horas, en los próximos días podrán preguntarles a los miembros del Gobierno, también a ERC y el PDeCat", ha insistido. De hecho, en el partido del gobierno se da por hecho que el desenlace de la negociación presupuestaria se va a saber "en 48 horas", que es justo el plazo que se ha dado el PDeCAT para presentar enmienda de totalidad a los presupuestos o no.
El guión, al revés
Lo paradójico es que, hasta ahora, el guión del PSOE era confiar en que ERC arrastrara al PDeCAT a negociar la aprobación de las cuentas públicas, no al revés, porque veían a Junqueras desde la cárcel más proclive a estabilizar la legislatura que a un Quim Torra al frente de la Generalitat y, sobre todo a un Carles Puigdemont, huido en Waterloo (Bélgica). Eso ha descolocado sobre manera a La Moncloa y a Ferraz, que no ocultan su desconcierto y pánico a lo que pueda venir.
Y al PP y a Ciudadanos les ha faltado tiempo para oponerse. La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Dolors Montserrat, ha censurado este lunes que el jefe del Ejecutivo pueda plantearse la posibilidad de aceptar la figura de un notario o mediador en sus conversaciones con la Generalitat, ya que, según ha recalcado, "no hay nada que dialogar con los que quieren romper España". "Ahora es la hora de la Justicia", ha proclamado.
Y Rivera, que ha hablado antes de conocerse lo del notario que había revelado Iceta al programa Els Matins de TV3, ha ido a la mayor, exigiendo elecciones ya:
https://twitter.com/Albert_Rivera/status/1092742408264183809?ref_src=twsrc%5Etfw