El Partido Popular no afrontará tres asuntos de importante peso político en su Congreso Nacional. También evitará un cuarto punto de marcado carácter simbólico. La limitación de mandatos, la reforma de la Constitución, las compatibilidades en los cargos y el relevo de Aznar son cuestiones que atravesarán las jornadas de debates sin ser tratadas o sin que sufran modificaciones.
1. ¿12 años de presidente?
Los nuevos estatutos no incluyen limitación alguna a los mandatos del presidente de la formación, que, seguirá siendo el candidato del partido a las elecciones generales. Este asunto no se toca, pese a que figuraba entre las exigencias de Ciudadanos en su pacto de investidura. Albert Rivera pretendía que el mandato del presidente se limitara a ocho años, en línea con el precedente que supuso en su día la decisión de Aznar.
El PP no tocará este asunto. Rajoy podrá presentarse a un tercer mandato sin mayores objeciones. En este próximo Congreso resultará reelegido presidente del PP y, por lo tanto, queda investido automáticamente como candidato a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. Fernando Maíllo, vicesecretario general del PP, señalaba este lunes en La Razón que ve a Rajoy gobernando doce años "porque es nuestro mejor activo, y ¿quién prescinde de lo mejor que tiene?”. Si así lo quisiera, el actual presidente del PP podría presentarse a las próximas elecciones generales y se acabarían todos los debates sobre su sucesión.
2. ¿Cospedal incompatible?
Una de las pocas incógnitas que quedarán desveladas en la asamblea de los populares será la continuidad de Dolores Cospedal como secretaria general de la formación. Su nombramiento como ministra de Defensa ha levantado dudas y suspicacias. El debate se centra en si Cospedal puede compatibilizar sus responsabilidades en la formación con su puesto en el Ejecutivo. La ponencia política poco añade a este respecto. Los actuales estatutos ya señalan que no se podrá desempeñar “más de un cargo territorial de presidente o secretario general del partido, ni acumular a éste más de un cargo de representación institucional, local, autonómica o nacional”.
El debate se centra en si Cospedal puede compatibilizar sus responsabilidades en la formación con su puesto en el Ejecutivo
Un enunciado abierto a todo tipo de interpretaciones y de excepciones. Habrá una novedad: el nuevo articulado da un año a los cargos del partido para que regularicen su situación, en el caso de que incurran en incompatibilidades manifiestas. ¿Podrá Cospedal mantenerse en los dos puestos? Rajoy ya ha enviado una señal ambigua al señalar este lunes en el Faro de Vigo que “Cospedal acredita méritos para desempeñar con éxito cualquier tarea y más de una también”. La teoría que manejan los fieles a la actual secretaria general es que podría mantenerse en el puesto en tanto que Fernando Maíllo pasaría a ser el coordinador general, un puesto ahora extinguido que en su día ya ocupó Ángel Acebes.
3. La Constitución no se toca
La posible reforma de la Constitución es asunto que se presentará a debate para no tocarlo. La ponencia de Administración Territorial incluye este asunto en un apartado en el que se subraya que la Carta Magna “ha demostrado su fortaleza y sus principios y valores constituyen las bases para el progreso de la Nación, para el crecimiento económico y la cohesión social”.
De la Constitución quizás se hable, pero para no tocarla. Mariano Rajoy siempre ha subrayado que no se debe abordar este asunto sin el consenso preciso y sin conocer hacia dónde se quiere ir. No será en el Congreso del PP donde se vayan a poner las bases para abordar una posible reforma de la Carta Magna. Tampoco las exigencias de Ciudadanos resultan demasiado perentorias en este asunto
4. No hay sustituto para Aznar
Tampoco se hablará de José María Aznar ni de su heredero en la presidencia de Honor del partido. Tras el sonoro portazo, el cargo honorífico queda vacante. Rajoy no piensa sustituirlo. La ponencia política menciona expresamente que solo pueden ocupar este puesto quienes hayan sido presidentes nacionales. Es decir, sólo Aznar o, en un futuro, Rajoy. No se van a introducir modificaciones en este articulado. Ni siquiera se someterá a debate. No habrá menciones oficiales a Aznar ni a su legado, de acuerdo con fuentes de la organización. Aznar ha pasado a la historia del PP. Ya es tan sólo un militante.