Política

¿Cuántos votarán el 5 de julio?: Génova tiembla ante un nuevo bochorno

De los 66.000 afiliados inscritos para elegir sustituto de Rajoy, ¿cuántos se acercarán a las sedes el 5 de julio para votar? Otra incógnita que inquieta a Génova

  • Un votante introduce su papeleta en una urna

El Partido Popular se enfrenta a la cruda realidad que tanto tiempo ocultó, despreció o minusvaloró. Los 870.000 afiliados que le convertían en 'el mayor partido de Europa' era una entelequia. Una filfa. Un trampantojo. La realidad era otra. A corriente de pago, tan sólo podía hablarse de unos 150.000, o algunos menos. Nadie quiso 'limpiar' el censo. Nadie osó afrontar el trance de deshacer la quimera. Mejor una vez colorado que ciento amarillo, recordaba una persona del entorno de Pablo Casado.

Nadie habla en Génova de desastre. Se insiste en que se trata de un procedimiento nuevo. Nunca se ha elegido al presidente del PP mediante el voto de la militancia. Pasar del 'dedazo' a las urnas no es tarea fácil, insisten. Ponen en cuestión la fórmula de 'doble vuelta' ideada por Fernando Martínez Maíllo, el coordinador general del partido. "Es una bobada, la fórmula se aprobó con el respaldo mayoritario de los dirigentes del partido, hasta de alguno de los que ahora parecen ponerle pegas", responden. "Incluso de alguna forma nos están copiando, porque el PSOE ha adaptado una parte de este sistema", añaden.

Nadie en el cúpula del partido parece admitir las demandas de alguno de los candidatos, como José Ramón García o José Manuel García-Margallo, de abrir las primarias a toda la militancia, que sean las bases quienes elijan en forma directa, sin intermediarios, al presidente, y no mediante compromisarios, como ahora. "Hay que respetar las normas, no se puede cambiar el reglamento en mitad del partido", responden desde la dirección.

Pasado el bochorno inicial de comprobar la esa movilización del afiliado, queda otro trance por superar. ¿Cuántos de los inscritos acudirán a su sede respectiva el 5 de julio? Otra incógnita por resolver. Otro momento que puede rozar de nuevo el ridículo. Los 66.000 militantes que se han apuntado para participar en la elección de presidente lo hicieron en forma muy especial durante el pasado fin de semana, aprovechando las jornadas de asueto y sin compromisos laborales. El Comité Organizador del Congreso exhortó a las organizaciones locales y provinciales a que mantuvieran abiertas las sedes durante sábado y domingo para facilitar el acceso de los aspirantes al voto. 

El 5 de julio es jueves, día laborable. Los colegios estarán abiertos desde las 8.30 de la mañana a las 8.30 de la tarde, hora peninsular. "Aún así, es muy posible que buena parte de los inscritos tengan algún problema para acercarse a las urnas. "O a lo mejor se les han ido las ganas, están desilusionados", declaran en el equipo de Casado.

Un claro damnificado

La baja movilización favorece a Santamaría y Cospedal, apuntan en algunos sectores populares. Casado necesita gran participación, gente nueva al margen del 'aparato' que apueste por el cambio y la renovación. Las ex 'número dos' de Rajoy controlan buena parte e los resortes de poder de la estructura, han apoyado a dirigentes regionales, han avalado la consagración de nuevos barones. "Tienen más influencia en los cuadros, en tanto que Casado cuenta con el apoyo de las bases, de la gente joven a la que se le han puesto dificultades para registrarse".

Si de ese 7,5% de anotados para votar, caen un veinte por ciento, al final el presidente del PP habrá sido elegido tan sólo por unos 50.000 adheridos, lo que, a todas luces, no deja de ser una cifra muy escuálida. En las primaria del PSOE participaron casi 150.000 militantes. "¿Tendrá credibilidad esta elección?", se preguntan algunos. Las dudas están en el aire y nadie acierta a despejarlas. 

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