Vox entrará este próximo 21 de mayo por primera vez al Congreso de los Diputados. Con 24 escaños, el partido de Santiago Abascal se convertirá en la quinta fuerza del Parlamento, que no será decisiva para la formación del Gobierno ni para boicotear la actividad legislativa del bloque del centro-izquierda y los grupos nacionalistas.
La formación tiene claro que su papel consistirá en un acoso y derribo no sólo contra el futuro Gobierno de Pedro Sánchez una vez que se forme, sino también contra PP y Ciudadanos, a los que quiere obligar a retratarse mediante proposiciones no de ley que deben ser votadas.
Ahí es donde los de Abascal sacarán la artillería para emitir sus mensajes y defender sus posiciones. Lo más inmediato una vez se constituyan las Cortes el próximo día 21, a cinco días de los comicios europeos, autonómicos y municipales del día 26, será elegir al encargado de defender todas esas propuestas desde la tribuna de oradores. También de preguntar al Ejecutivo en las sesiones de control de los miércoles.
Según trasladan fuentes del partido, la dirección estaría barajando la idea de formar una portavocía que combine dos perfiles contrapuestos pero complementarios. Uno más combativo y otro más sereno y moderado. El secretario de Relaciones Institucionales y número tres por Madrid, Iván Espinosa de los Monteros, gana enteros para convertirse en la voz del partido en la Cámara Baja. Recientemente ha sido nombrado director de la campaña para el 26-M.
Quien también sonaba en las quinielas para ocupar el puesto era el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, que logró el acta de diputado como número dos por Madrid. Aunque la decisión de colocarle como candidato a la Alcaldía de Madrid y su voluntad de compatibilidad ambos cargos institucionales le resta posibilidades.
Pero además, en el partido suenan nombres de mujer para el puesto de portavoz adjunto del Grupo Parlamentario. Una de ellas es Macarena Olona, número uno por Granada. Pasó cinco años en el País Vasco como abogada jefe del Estado y en 2017 recurrió la ley vasca de abusos policiales. También fue secretaria general del consejo de administración de la empresa pública Mercasa. Fue destituida solo unos días antes de que tuviese declarar en la Audiencia Nacional en calidad de representante legal de la compañía, en la causa que investiga a los directivos por un presunto reparto de comisiones ilegales.
La nueva aritmética parlamentaria dejará al partido de Abascal fuera de la Mesa del Congreso, el órgano de gobierno de la Cámara que decide sobre el funcionamiento ordinario de la institución y que tanta polémica generó por los vetos de PP y Cs a las leyes de la oposición. A priori, parece que el reparto dará una mayoría de izquierdas, con tres miembros del PSOE, y dos de Unidas Podemos, PP y Cs, cada uno. De ese órgano depende tanto la ubicación de los despachos de los diputados de Vox, como su colocación en los bancos del propio hemiciclo.