España

Los positivos en cocaína y las multas por velocidad suben pese a los 10M invertidos en campañas de prevención

La DGT lleva años sin conseguir bajar del umbral de las 1.000 víctimas en accidentes de tráfico desde hace años. Fuentes consultadas por 'Vozpópuli' señalan que uno de los problemas es que no se investigan las verdaderas causas de los siniestros

  • En los controles se bajará la tasa de alcohol si se aprueba la ley -

Las últimas estadísticas nacionales señalan que el 13% de los conductores fallecidos en 2022 dieron positivo en cocaína, según las cifras oficiales del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF). Esto supone un incremento del 54% en la última década. Pese a que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha actualizado sus medidas ante la seguridad vial, parecen no haber sido suficiente para reducir los números.

En 2022, las infracciones graves por velocidad aumentaron de los 400 a los 600 euros, además, la DGT también eliminó el margen de 20 km/h para adelantar en carretera. Asimismo, han incrementado el número de radares, tanto fijos como de tramos urbanos. Y a todo esto hay que sumarle los 10.633.577,11 euros de presupuesto destinados a publicidad y campañas preventivas.

No obstante, no se han conseguido reducir los siniestros mortales, pasando de 1.042 en 2022 a 1.145 en 2023. Aunque la subida en las sanciones sí ha permitido que la DGT mejore sus ingresos -en 2022 recaudó 507.361.888 de euros, casi 60 millones más que en 2021-.

Por otro lado, la intensificación de controles antidrogas en épocas festivas y las altas multas por conducir bajo el efecto de alguna sustancia tampoco han evitado que disminuya el porcentaje conductores que han dado positivo. La última estadística, realizada con datos del INTCF y de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, destaca especialmente este dato.

El 52% de las pruebas realizadas en controles de la Guardia Civil han dado positivo en drogas. De este porcentaje, el 19% corresponde a la cocaína. Unas cifras que no desentonan, teniendo en cuenta que España es el segundo país europeo en el consumo de esta sustancia. Además, la cocaína es la droga más común entre conductores fallecidos y la segunda en controles de la Guardia Civil, solo por detrás del cannabis (39%) y por delante de las anfetaminas (8%).

Según las estadísticas, en el 26% de los accidentes se dan positivos en drogas, el 50% en infracciones y el 56% en controles preventivos. Pese a las alarmantes cifras, el hecho de que el conductor fallecido tuviese "restos de droga en su cuerpo, no quiere decir que se haya muerto porque iba drogado", comenta Pedro, portavoz de DVuelta, a Vozpópuli.

El portavoz explica que dar positivo en un control de drogas no significa estar drogado en ese momento porque pueden ser restos de una sustancia "que tomaste hace una semana", ejemplifica con el caso del cannabis. "Tu vas con tu coche prudente, atento, y, en la carretera, el camión que viene de frente se despista", escenifica. A los fallecidos en accidentes se les debe hacer un análisis en sangre y se registran los positivos.

DVuelta denuncia que en las estadísticas de Tráfico falta investigar la verdadera causalidad del siniestro. "No explica el hecho de cómo haber dado positivo ha influido" y si "efectivamente la droga ha sido la causa", dice Pedro. Así, señala "la pésima manera que tiene la DGT de investigar los accidentes". "No es que los equipos no sean competentes, que lo son", matiza, "lo que pasa es que la directriz que se utiliza a la hora de investigar no es buscar las causas, sino las responsabilidades".

Juan José Alba, doctor en ingeniería industrial y profesor de la Universidad de Zaragoza, destaca las "tasas de seguridad altísimas" en el transporte aéreo, marítimo y ferroviario frente al terrestre. Al igual que el portavoz de DVuelta, incide en que "las causas técnicas de los accidentes no se investigan". El experto explica que el objetivo del análisis técnico es encontrar los fallos de seguridad para que el siniestro no se vuelva a repetir.

"Habría que empezar por identificar patrones de accidentes que se repiten" para mejorar la seguridad vial, comenta el profesor de la Universidad de Zaragoza. Después, "investigarlos y entender qué pasó".

Una de las medidas preventivas que se podrían adoptar es la prohibición de alcohol en gasolineras, "como en otros países", propone Pedro. "En Inglaterra, en la mayoría de las gasolineras no se vende alcohol", comenta. Lamenta que el alcohol, siendo una de las drogas más peligrosas y consumidas -debido a su legalidad-, sea "menos punible" que otras sustancias.

Por otra parte, el portavoz de DVuelta explica a Vozpópuli que "hay una relación directa entre la evolución de los desplazamientos y los muertos en la carretera". "Cuanto más coches, más accidentes va a haber", añade. Denuncia así que España sea el único país de la Unión Europea y uno de los pocos de la OCDE "que no mide la siniestralidad en relación con los desplazamientos".

Ambas fuentes aclaran que la presencia de drogas o alcohol es algo sancionable, pero que no determina la verdadera causalidad del siniestro. "Si nos limitamos a que cuando hay drogas o hay alcohol: culpa de las drogas, culpa del alcohol, estamos haciéndolo mal porque no estamos analizando el problema técnico de ese accidente", insiste Juan José Alba.

Los radares como medida preventiva

"Es absolutamente ridículo que la política de seguridad vial se reduzca a poner radares cuando el exceso de velocidad no es responsable ni del 1% de los accidentes como causa directa", afea por otro lado. Señala como "medida más eficaz" la presencia de policía en las carreteras, la cual secunda el doctor en ingeniería industrial. Sin embargo, están sustituyendo estos controles por radares porque reduce coste.

En este aspecto, Juan José Alba define los radares como "un paño de agua fría para bajar la fiebre". Con el paño, "está quitando un síntoma", pero no "estás quitando el problema". La DGT expone la velocidad como uno de las principales preocupaciones en la seguridad vial y ha puesto los radares como solución. "Con esto no estoy haciéndote formación, pero a base de asustarte con la multa consigo que vayas a la velocidad correcta", critica el experto.

No obstante, "si mañana quitas el radar, todo el mundo vuelve a correr", dice. De esta manera, clasifica los cinemómetros como "parches puntuales" que no solucionan nada realmente.

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