Su equipo económico está ultimando el real decreto de ajuste presupuestario con el que se estrenará el nuevo Gobierno salido de las urnas y que se aprobará en el primer Consejo de Ministros previsto para Navidades. En los documentos que se manejan se da por descontado que se incumplirá el objetivo de déficit del 6% del PIB fijado para este año, circunstancia que obligará a un tijeretazo en las cuentas públicas del ejercicio que viene mucho más extenso del que se pensaba aplicar en un principio. Sin entrar en detalles, Rajoy ya ha anticipado que las únicas partidas libres de recortes serán las de pensiones y las del servicio de la deuda.
Cada punto de déficit que se pretenda reducir necesitará de un ajuste suplementario algo superior a los 10.000 millones de euros en el gasto público. Si el ejercicio termina con un déficit por encima del 7%, como se teme, se necesitaría meter la tijera en cerca de 13.000 millones de euros extra para compensar la desviación en más de un punto, según los cálculos que maneja el PP. Como el compromiso contraído con Bruselas obliga a cerrar el año que viene con un déficit del 4,4% del PIB, habría que sumar al ajuste otros 17.000 millones de euros, hasta contabilizar un total de 30.000, señalan las mismas fuentes.
Lo que parece fuera de duda es que la Administración central sí parece que está en condiciones de respetar su objetivo de déficit para 2011, en contraste con la foto que reflejan las comunidades autónomas, consumidoras en el primer semestre del año de prácticamente todo el desequilibrio del 1,3% fijado como línea roja para el conjunto del ejercicio. A esta mala gestión que el PP ha heredado de la mayoría de las comunidades gobernadas por el PSOE se suma el desplome de los ingresos (Sociedades y especiales son los impuestos que más han sufrido en el acumulado hasta septiembre) y la caída en picado del consumo interno ya que todos sus indicadores aparecen en negativo. Los datos de contabilidad nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística este miércoles corroboran que este año la economía española no crecerá por encima del 0.8%.
Revalorización de las pensiones
Además de este tijeretazo en el gasto, el real decreto que ultima el equipo económico del PP recogerá la revalorización de las pensiones, capítulo que consumirá alrededor de 3.000 millones de gasto ya que la inflación finalizará el año en el entorno del 3%. Falta por decidir si se congela o no el sueldo de los funcionarios o se les ayuda a recuperar una parte, aunque sea mínima, del recorte del 5% que este año han sufrido en sus ingresos. En todo caso, esta norma será básica y, por tanto, tendrá que aplicarse en la administración central, comunidades y ayuntamientos, apuntan las mismas fuentes. El PP ya se atrevió a congelar el salario de los empleados públicos en 1996, pese a que aquel año los funcionarios tenían comprometida la revalorización de sus salarios mediante un convenio trianual.
El plan de choque incluirá también, probablemente, las primeras rebajas selectivas de impuestos a pymes y autónomos, uno de los compromisos bandera de Rajoy en la campaña electoral, así como una previsión lo más ajustada posible de los ingresos previstos para 2012, referencia que será tomada en cuenta para estimar las entregas a cuenta que deberán recibir comunidades autónomas y ayuntamientos.
A partir de la promulgación de este real decreto, los gobiernos autonómicos que han decidido retrasar la elaboración de los presupuestos regionales podrán trasladarlos a sus respectivos parlamentos, pues ya dispondrán de una aproximación certera a los ingresos que obtendrán el año que viene. Las comunidades que ya han dado el paso de aprobar sus cuentas para 2012 tendrán que reajustarlas a partir de las previsiones de ingresos para este ejercicio que se incorporarán al real decreto.
El estreno legislativo del próximo Gobierno con este plan de ajuste será de máxima importancia para los mercados, pues se trata del primer retrato oficial sobre las finanzas públicas que conducirá al BOE. También será de interés para consumo interno, pues alumbrará los Presupuestos estatales de 2012 a partir de los créditos vivos concedidos durante este ejercicio que seguirán teniendo vigencia el año que viene.
En la agenda del actual equipo económico del PP sigue fijado el mes de marzo para la aprobación de estos Presupuestos, en los que solo se antojan como intocables dos partidas del gasto: la dedicada a pensiones, alrededor de 120.000 millones de euros, y la destinada al pago de la deuda, que este año va a consumir 27.000 millones.