Pegasus ha dejado a Pedro Sánchez más solo que nunca. El espionaje a 18 líderes independentistas, confirmado por la directora del CNI, ha situado al presidente del Gobierno en una situación más que delicada con Podemos y sus socios de investidura, que se unieron para exigir una comisión de investigación de la que le salvó el PP. Los populares son plenamente conscientes de esa circunstancia. Y están dispuestos a aprovecharla.
Así lo confirman a Vozpópuli dirigentes del partido muy próximos a Alberto Núñez Feijóo, que explican la estrategia del PP sobre Pegasus: "Forzamos al presidente a que dé explicaciones en el Congreso y frenamos la comisión de investigación. Pero Sánchez y el PSOE dependen de nosotros y el asunto no irá a más siempre y cuando nos valgan esas explicaciones".
En ese sentido, en la calle Génova destacan que, a día de hoy, "lo importante es que el Gobierno está en nuestras manos en este asunto". Por tanto, advierten, "lo que queramos que salga, saldrá... y lo que no, no". Una posición de fuerza que Moncloa conoce y de la que quieren sacar tajada en el PP: "Podemos poner a Sánchez entre la espada y la pared y demostrar su debilidad parlamentaria".
Bildu, último salvavidas
Los dirigentes populares consultados recuerdan, en todo caso, que la comparecencia forzosa de Sánchez por el Pegasus no es la única votación clave que ha perdido el PSOE en las últimas semanas: "Ya se quedaron solos defendiendo el cambio de posición de España respecto a Marruecos y el Sáhara y ahora ha pasado lo mismo. Estamos viviendo la situación más comprometida para el presidente desde que comenzó la legislatura".
El jefe del Ejecutivo, eso sí, salvó un 'match ball' con la aprobación del decreto anti-crisis para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, logrando el apoyo in extremis de Bildu tras el rechazo de Esquerra Republicana.
Esa votación es considerada por el PP como un "punto de inflexión", ya que, sin el apoyo de ERC, el Gobierno se abrió, de forma momentánea, a un acuerdo con los populares, que finalmente descartó por el respaldo de Bildu.
Le hemos obligado a confirmar que prefiere pactos con Bildu que con el PP. Y que el país lo vea", celebran fuentes populares
Una maniobra que ha desgastado a Sánchez, en opinión de los populares: "Si al Gobierno solo le salvan las votaciones Bildu, ningún problema para nosotros. Le hemos obligado a confirmar que prefiere pactos con Bildu que con el PP. Y que el país lo vea".
Debate sobre el estado de la nación
Con las relaciones con ERC rotas por el momento -a la espera de una reconciliación tras la anunciada reunión entre Sánchez y Aragonès- al Gobierno solo le queda elegir entre el PP y Bildu y ese es el escenario que los populares llevan divisando desde hace mucho tiempo. Casi, desde el inicio de la legislatura, ya que en el partido se daba por hecho que las buenas relaciones con los independentistas catalanes tenían fecha de caducidad.
Ahora, ese escenario es una realidad en un momento complicado para el Gobierno, que anunció la celebración del primer debate sobre el estado de la nación en siete años para este primer semestre del año.
La decisión se anunció en diciembre, con el PP de Pablo Casado dando los primeros síntomas de debilidad y con las relaciones entre el Gobierno y sus socios mucho más fluidas que ahora. El escenario, sin embargo, ha cambiado totalmente y Sánchez no encuentra ahora una fecha idónea para celebrar ese debate.
Lo desbloqueará cuando le venga mejor, aunque la situación actual es de debilidad y cada vez le quedan menos opciones", apuntan fuentes del PP
Con las elecciones de Andalucía ya convocadas para el 19 de junio, ese pleno puede convertirse en un 'debate electoral' en absoluto favorable a los intereses del PSOE y del Gobierno. Por ese motivo, en el PP no tienen nada clara la fecha que escogerá Sánchez para esa sesión plenaria: "Lo desbloqueará cuando le venga mejor, aunque la situación actual es de debilidad y cada vez le quedan menos opciones".
javichu
Pues como Feijoo no espabile, y se deje de tanto postureo Marianil, los dos van a acabar en manos de Abascal. Y sino, al tiempo