Casi un centenar de personas, incluidos voluntarios y feligreses habituales, han asistido este mediodía a la primera misa de domingo en la iglesia de San Jorge Mártir de Paiporta (Valencia) tras la DANA. "Todo pasa y esto también pasará", ha expresado don David, el párroco temporal en ausencia de don Gustavo, quien, desde la distancia, ha propuesto mantener al Cristo yacente cubierto de barro como símbolo de lo sucedido en la parroquia. Con oraciones y una notable participación, los asistentes buscan consuelo y esperanza tras la tragedia.
Don David es el párroco habitual de la iglesia de la Inmaculada Concepción y estos días se desdobla ante la ausencia puntual de don Gustavo. El párroco ausente ha propuesto desde la distancia que el Cristo yacente, cubierto de barro, se quede así para "no olvidar lo que ha pasado" en esta parroquia, la más antigua y más importante de las tres del pueblo, donde se han contabilizado entre 50 y 60 fallecidos tras la tragedia del pasado 29 de octubre.
Los servicios religiosos se retomaron el pasado jueves en la localidad, una de las más afectadas por la riada, y a ellos asiste "más gente de lo habitual" que, junto a las plegarias por víctimas y afectados, busca "un poco de fe y esperanza para salir de este agujero".
"A veces pasan estas desgracias, pero el Señor no deja de enviar sus regalos y hemos recibido mucha ayuda de parte de mucha gente. No nos desampara y nos deja solos, sino que está a nuestro lado", reflexiona don David.
El párroco asegura que el ser humano "tiene un lado muy bueno" y que en este tipo de situaciones "hay gente que saca lo mejor que tiene" en forma de ayuda a los demás, aunque advierte: "Hay mucha gente que está muy dolida por dentro".
"Hay mucho daño y muchas heridas, y estamos aquí para consolarles y darles toda la ayuda espiritual que necesiten", indica el sacerdote, quien explica que también llegan voluntarios a rezar junto a los feligreses "para que les fortalezca en toda la labor que están realizando".
Antes de iniciar la ceremonia y después de confesar a dos personas, don David explica que percibe "un claro abatimiento" y que la gente está "muy tensa", por lo que les anima a recordar que "todo es temporal". "Todo pasa y esto pasará, la iglesia se reconstruirá y comenzaremos de nuevo", afirma el sacerdote.