El bailaor Rafael Amargo y el productor Eduardo de Santos se han sentado este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid. Ambos se enfrentan a la petición por parte de la Fiscalía de nueve años de prisión por un delito contra la salud pública, al considerar que actuaron de forma "conjunta" en la compra y posterior distribución de sustancias estupefacientes.
La estrategia de defensa presentada por ambos acusados consiste en intentar demostrar que las drogas incautadas en los registros eran para consumo propio y que los indicios derivados de la investigación policial no se corresponden con la venta de estupefacientes. Por su parte, el abogado de Eduardo de Santos ha presentado un informe pericial con el que intentará acreditar que el estado mental y cognitivo de su cliente le impide tomar decisiones de manera plenamente consciente y le provoca severas pérdidas de memoria.
El informe elaborado por el reconocido psiquiatra forense José Cabrera, y aceptado por la Sala en el turno de cuestiones previas, recoge diferentes documentos médicos en los que se acredita que De Santos sufre problemas mentales desde hace más de 20 años, como por ejemplo un transtorno de manía persecutoria. Según detalla el letrado Armando Lucendo a Vozpópuli, el productor teatral presenta una discapacidad reconocida de casi el cincuenta por ciento y tiene alterada su capacidad cognitiva y volitiva, relacionada con la habilidad de una persona para entender lo que hace.
Asimismo, el abogado ha explicado que los problemas mentales que sufre su defendido desde hace dos décadas se han visto agravados por un elevado consumo de estupefacientes. "La mezcla de sustancias como la metanfetamina y ketamina con medicamentos han empeorado una situación que se viene dando desde hace años. Eduardo ha llegado a consumir tres gramos diarios", detalla.
La defensa espera que la información que será desgranada por José Cabrera en Sala el próximo miércoles permita a los magistrados hacerse una idea de las capacidades mentales de su cliente. Asimismo, el letrado denuncia la falta de ciertas diligencias como el hecho de que, hasta la fecha, no se haya llamado a declarar a Luciana Bongianino, pareja de Rafael Amargo y la cual vivía con el artista en el momento en el que se efectuó el registro en su piso de Malasaña.
Amargo recibe tratamiento de desintoxicación en prisión
Por su parte, el abogado del bailaor también mantiene que su representado no se dedicaba a la venta de estupefacientes y que las cantidades incautadas corresponden a drogas para consumo propio. Asimismo, ha informado ante los medios este lunes que Amargo está en tratamiento de desintoxicación en el centro penitenciario de Soto del Real.
Ya en el mes de noviembre, el artista ofreció intercambiar su estancia en Soto del Real por su ingreso en un hospital o un centro sanitario. La defensa de Amargo, ejercida en ese momento por el abogado Jaime Caballero presentó un recurso de súplica aportando información sobre la salud mental del bailaor para evitar que continuase en prisión provisional.
Según detalló a este medio el letrado, Amargo lleva meses inmerso en una depresión que, en ocasiones, "le impide levantarse de la cama durante 3 o 4 días". Ante las complicaciones derivadas de su salud mental para personarse en los juzgados, el artista alegó que no cumplía con el régimen de firmas en Plaza de Castilla por "la fobia" que tiene a la prensa.
Tras presentar varios informes médicos para justificar "el trastorno que sufre" el bailaor y después de que el forense así lo reconociera, se solicitó trasladar las comparecencias quinquenales del Juzgado de Instrucción Número 48 de Madrid a la Audiencia Provincial. Finalmente, el artista también incumplió dichas comparecencias lo que propició que el juez decretara su ingreso en prisión.
Venta de drogas para financiar la obra Yerma
Durante la vista oral de este lunes han comparecido tres agentes de Policía presentes en la investigación. Los magistrados han podido escuchar, en primer lugar, la declaración del inspector instructor que ha desgranado de forma detallada el contenido de las escuchas telefónicas al artista y sus socios.
El agente ha defendido que las sustancias incautadas a Rafael Amargo durante los registros fuesen para uso personal, ya que se trataba de "una cantidad excesiva para el consumo propio". Por contra, el inspector ha apuntado que, tras el análisis de varias conversaciones telefónicas intervenidas a los acusados, Amargo y el productor, Eduardo de Santos, utilizaron la venta de droga para "financiar" la obra teatral Yerma.
"Vimos dos cosas, la primera que Eduardo (de Santos) era el productor de la obra de Yerma, que Eduardo y Rafael estaban haciendo compras conjuntas con el fin de obtener unos beneficios para financiar esa obra", ha declarado el policía. Según el testimonio del agente, sería Eduardo de Santos el encargado de poner el dinero para conseguir la mercancía, debido a que el bailaor no disponía de fondos, situación derivada de varios embargos pendientes.
En esta misma línea, el Ministerio Público mantiene que tanto Amargo y como su productor "se venían dedicando de manera concertada y persistente a la distribución de sustancias estupefacientes, entre otras, metanfetamina a terceras personas a cambio de dinero".
La Fiscalía pide nueve años de cárcel para el artista, al igual que para Eduardo de Santos por vender droga de forma "persistente". Para el otro acusado solicita seis años de cárcel por ser un "hombre de confianza" que entregaba la droga a los compradores.