El PSOE ha vuelto a fracasar en Castilla y León. Y sumará 40 años en la oposición a lo largo de la nueva legislatura. El candidato Luis Tudanca se ha quedado muy lejos de poder liderar una alternativa al PP y Vox. Los socialistas castellano y leoneses han obtenido 28 diputados, siete menos que en su victoria del 2019. Es la segunda derrota electoral del PSOE en menos de un año tras la debacle del 4 de mayo en Madrid.
La derrota, que es clara y contundente, no es como la de la Comunidad de Madrid y no afectará de la misma manera a Pedro Sánchez que la del 4-M. La victoria de Isabel Díaz Ayuso provocó en su momento un auténtico tsunami en La Moncloa. La lectura en Ferraz es que el PP queda a expensas de Vox. No podrá gobernar en solitario Castilla y León, como pretendía. Y Alfonso Fernández Mañueco necesitará pactar con Vox para retener la Junta, lo que en opinión de la dirección socialista debilita a Pablo Casado porque Génova no ha podido cumplir los objetivos que se propuso al romper la coalición con Ciudadanos y precipitar el adelanto electoral.
"El PP apenas tiene una ventaja de unos 20.000 votos. Muy lejos del objetivo que buscaba el señor Casado", ha dicho la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en Ferraz. "Que nadie se equivoque en la lectura, porque la apuesta de Casado y Mañueco es un rotundo fracaso".
La España vaciada castiga al PSOE
El PSOE ha dicho que ha empatado con el PP en seis de las nueve provincias. Y que se ha visto perjudicado por la fragmentación del voto de las candidaturas provinciales como Soria ¡Ya!. El PSOE ha perdido casi cinco puntos y más de 117.000 votos con respecto a 2019. Y en circunscripciones como Soria han obtenido un solo diputado, arrasado por España Vaciada. En Soria capital, con un alcalde socialista, ha cedido 30 puntos. Soria ¡Ya! ha sumado más del 50% de las papeletas. El otro flanco débil del PSOE ha estado en León, donde se ha dejado siete puntos y dos procuradores.
Tudanca ha admitido que el resultado cosechado por su partido "queda lejos" del objetivo y ha felicitado al PP y a Mañueco por su victoria. En cualquier caso, se ha preguntado "si valía la pena" esta convocatoria electoral a tenor de la dependencia que el PP tendrá de Vox.
"¿Merecía la pena? Parece que no", ha dicho Tudanca, que ha recordado que el resultado del PP queda "lejos de la mayoría absoluta que buscaba" y "hoy depende de un partido de extrema derecha que cuestiona" el modelo autonómico y "los derechos y libertades de muchos colectivos".
Tudanca renovó como secretario general del PSOE de Castilla y León hace solo unas semanas. Y en su discurso se ha disculpado por no poder traer el cambio a la comunidad, gobernada ininterrumpidamente por el PP los últimos 35 años. Algunos han interpretado sus palabras como una despedida, aunque fuentes socialistas lo descartan.
"Casado ha reforzado a la ultraderecha"
En Ferraz, Lastra ha sido la encargada de dar la cara en una noche difícil para el PSOE. Las urnas han vuelto a castigar al partido y también a su socio de coalición Unidas Podemos, que ha cedido un escaño. Los morados pasan de dos a uno. Los socialistas de 35 a 28.
La número dos del PSOE ha subrayado que el PP convocó pensando en mayoría absoluta y "han terminado contando los minutos y pidiendo la hora". "Solo han logrado hacer más poderosa a la ultraderecha y eso nos afecta a todos", ha dicho. Lastra ha subrayado que Vox tenía un representante y ahora cuenta con 13. "La decisión por conveniencia de Casado y Mañueco puede abrir a la ultraderecha un gobierno autonómico, incluso convertir esta autonomía en la primera en la que gobiernen", ha afirmado.
Lastra ha garantizado que el PSOE trabajará desde una oposición "leal con la democracia y los ciudadanos, honesta y responsable". "Los socialistas son ahora más necesarios que nunca para velar por la democracia y los derechos de los ciudadanos", ha dicho.