El próximo presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, está estudiando un plan para sanear el sector bancario español que incluiría la creación de un 'banco malo' para adquirir activos tóxicos y forzar a los bancos a aumentar de forma drástica sus reservas ante impagos, según informa 'The Wall Street Journal', que apunta que estas medidas podrían costar al Estado más de 100.000 millones de euros.
El diario remarca que, aunque no está previsto que Rajoy desvele sus planes antes de su toma de posesión el 19 de diciembre, algunas fuentes cercanas a la operación apuntan que la manera más rápida de hacer frente al problema del sector sería crear un banco malo que adquiriera los activos tóxicos con un descuento, algo que a su vez obligaría a las entidades a reconocer pérdidas y a buscar financiación para aumentar sus bases de capital.
Asimismo, añade que el saneamiento de la banca española es uno de los puntos claves de las reformas económicas que Rajoy presentará previsiblemente al secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, Nicolas Sarkozy, en las próximas horas.
El diario señala que las medidas adoptadas por el Gobierno saliente de José Luis Rodríguez Zapatero se han quedado cortas, principalmente porque estaban diseñadas para repartir los costes en el tiempo y evitar un fuerte impacto en las cuentas públicas. Sin embargo, una respuesta más agresiva a la situación de la banca española no será barata.
'The Wall Street Journal' subraya que los aproximadamente 102.400 millones de euros que costará al Gobierno su plan para sanear el sector bancario incrementan las preocupaciones de que este esfuerzo "quiebre" las finanzas públicas españolas como ya ocurrió en el caso de Irlanda, donde el proceso de recapitalización de la banca elevó su déficit al 32% del PIB en 2010.
Sin embargo, un número cada vez mayor de economistas y responsables políticos afirma que los riesgos de equivocarse a la hora de actuar de forma decisiva son incluso mayores. Así, una nueva recesión podría aumentar las presiones sobre la banca y las preocupaciones de los inversores sobre los problemas de deuda de la eurozona amenazan con hundir la moneda común.
Coste del plan de saneamiento
Según los analistas de Morgan Stanley, España podría adquirir los 176.000 millones de euros de activos inmobiliarios problemáticos con un descuento del 58%, el mismo que se aplicó en el caso de Irlanda, lo que sitúa el coste de la operación para el Gobierno en los 73.900 millones de euros. Esto se podría financiar mediante el canje de los activos por nueva deuda gubernamental.
Además, el Estado se vería obligado a recaudar de los inversores fondos suficientes para prestar a la banca los 28.500 millones de euros que se estima necesitarían para absorber las pérdidas que representaría la venta de estos activos con un gran descuento. "En total, el coste del plan para el Estado español podría ser de 102.400 millones de euros, o alrededor del 10% del PIB español", añade.
El diario recuerda que Rajoy ya ha dicho que quiere acelerar el proceso para sanear los activos inmobiliarios problemáticos que tienen las entidades desde el 'boom', aunque durante las elecciones restó importancia al coste que esto tendría y aseguró en el debate con el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no daría ni un sólo céntimo a la banca.
Sin embargo, el diario también subraya que estos activos tóxicos están interrumpiendo el flujo de crédito y aumentando las preocupaciones entre los inversores internacionales en torno a la cuarta mayor economía de la eurozona.
Fondo de garantía de depósitos
Las fuentes adelantan que el equipo de Rajoy está estudiando la posibilidad de usar el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que cuenta con 6.590 millones de euros, para financiar las inyecciones de capital, con lo que cumpliría su promesa de no prestar dinero a la banca.
El Gobierno saliente acordó el pasado viernes aumentar el límite máximo legal de las cuotas que aportan las entidades al FGD desde el 2 por mil de los depósitos, lo que se traduce en unos 1.600 millones de euros, hasta el 3 por mil. Las fuentes apuntan que esta suma sería "insignificante" en comparación con las necesidades de capital de los bancos, pero que se podría diseñar un sistema para que se devuelva al fondo con el tiempo el dinero inyectado ahora.
En cambio, apunta que, en caso de esta cantidad sea insuficiente para hacer frente a las necesidades de capital de la banca que no puedan financiarse con inversores privados, Rajoy se ha mostrado partidario de recurrir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que está financiado por los Gobiernos de España y del resto de los países de la eurozona.