El malestar entre los trabajadores de Patrimonio Nacional, a pesar de la firma reciente de un convenio, ha hecho que los empleados de guardería de El Pardo, que se ocupan de la vigilancia de los montes de El Pardo y la Zarzuela, se planteen organizar concentraciones en las puertas del complejo donde viven los reyes y los príncipes de España.
Al personal de guardería, los que vigilan los montes, les han suprimido un complemento por lo cual desaparecen de sus nóminas una cantidad cercana a los 300 euros. Se les obliga a acogerse a un sistema de bolsa de horas “a devolver cuando se le antoje al jefe de turno lo cual ha provocado el enfado de los empleados”, según dijeron personas que conocen el asunto.
Parece que estos trabajadores han logrado que el Rey se enterara y ha preguntado a los gestores de Patrimonio por estos cambios. Los trabajadores de guardería quieren que se cambien este sistema y se vuelva al anterior. Si no lo hacen, están pensando en organizar concentraciones a la puertas de Zarzuela para que los medios de comunicación empiecen a conocer las condiciones en las que prestan el servicio en el entorno del Rey.
Por otra parte, Patrimonio Nacional para evitar pagar las horas extras ha acordado un sistema con los sindicatos que se basa en reducir 15 minutos la jornada laboral normal y recuperarla cuando se necesite. Así se evitan abonar cientos de euros a los trabajadores. Los actos oficiales son los únicos que, casualmente, se pagan como horas extras.
Algunos sindicatos no firmaron el último convenio. En concreto CSIF (CGT tampoco firmó), ha difundido un comunicado en el que dice que la dirección ha premiado la buena voluntad de algunos sindicalistas. Acusa a uno de los anteriores líderes de CCOO de recibir un plus de puesto de trabajo de 455 euros y otro de mayor dedicación de 335 euros. También denuncian que algunos sindicalistas de UGT cobran quebranto de moneda sin tener un trabajo que conlleve el manejo de dinero. Amenazan con seguir informando si continúan esas decisiones arbitrarias.
Igualmente en Palacio se habla de cambio de favores entre los sindicalistas firmantes y la dirección de Patrimonio. Hablan de personal que cambian de puesto sin pasar por concurso de traslado alguno o de hijos de sindicalistas a los que se ha prometido que serán contratados como vigilantes de sala.
Prometen estar atentos pues hay un intento de meter sin oposición a 30 personas para vigilantes, entre los que habría familiares de personal de Patrimonio.
Patrimonio Nacional es una de las instituciones más cerradas del Estado. Al tener una relación directa con la Casa Real los sucesivos gobiernos han dejado hacer y, según los empleados, se realiza una gestión sin control y con la amenaza permanente.