Forcada se ha expresado así antes de impartir una charla sobre la situación actual de los mercados financieros europeos en la Universidad Cardenal Herrera CEU de Elche, una actividad organizada conjuntamente con Gesem Asesoramiento Financiero.
Para el experto, la recapitalización de las entidades financieras españolas "es una decisión política" adoptada desde la Comisión Europea que "en ningún caso responde a criterios técnicos".
En este sentido, ha indicado que la quita del 50 por ciento sobre la deuda griega prevista por la UE "no afectaría especialmente" a los bancos españoles, con "una exposición cercana a los 800 millones de euros en deuda griega".
"España tiene cerca de 800 millones de euros en deuda helena, una exposición irrelevante como para que se les exija a los bancos nacionales un capital elevado cuando no presentan riesgo", ha proseguido.
Para este analista, la quita "afectará principalmente a los bancos alemanes y franceses", siendo estos últimos los "más perjudicados".
Respecto a la deuda española, ha indicado que "se está pagando, refinanciando, colocando y va a seguir siendo así".
Al hilo de esta cuestión, y preguntado por un posible rescate de España por parte de la UE, ha trasladado que "con las cifras en la mano, no tiene sentido hablar de una posible intervención".
"Al finalizar 2011, la deuda sobre el PIB de España será del 65 por ciento, mientras que la de Alemania ya alcanza el 86", ha dicho Forcada, para quien pese a la "mala" gestión realizada por el Gobierno en los últimos años "los números no son malos".
"Es verdad que el déficit ha estado descontrolado y que no se ha hecho un buen trabajo desde el Gobierno durante los últimos años, ya que se ha gastado mucho más de lo que se ingresaba", ha dicho tras incidir en la necesidad de emprender reformas estructurales "de calado" para salir de la actual crisis económica.
"El inconveniente viene por que el problema no se reconoció a tiempo, iba a ser la legislatura del pleno empleo y tenemos un paro de casi el 21 por ciento", ha lamentado.
Ha abogado por reformas estructurales "lo suficientemente profundas" en materia de fiscalidad, mercado de trabajo y presupuestarias, que permitan generar unas expectativas de confianza "que se han perdido".