El 2020 quedará para la historia como uno de los años más diferentes (por no decir el que más). Más allá de la pandemia mundial provocada por el coronavirus, el número de contagiados y muertos, las consecuencias en la economía... Datos como el de las consultas que ha recibido el registro de contratos de seguros de cobertura de fallecimiento demuestra lo inusual de estos últimos meses: un aumento del 31,2% respecto a 2019.
En total ha habido 305.244 consultas sobre este tipo de seguros, motivadas, cómo no, por el alto número de muertes que se dieron durante el pasado año. Esa cifra, según los datos a los que ha tenido acceso El País, supone 81.000 consultas más que en 2019.
De la totalidad de las consultas de 2020, 134.697 demostraron que la persona muerta sí contaba con un seguro de vida o de accidentes, un 53,67 más que en 2019. Eso sí, hay que matizar que esa cifra no implica que ese sea el número de muertes, ya que de una misma persona se pueden realizar varias consultas.
En el lado contrario se encuentran las consultas que resultaron negativa: 166.517. En este caso simplemente el fallecido no contaba con ningún tipo de seguro.