Las autoridades marroquíes han desarticulado en la localidad de Nador, cerca de Melilla, una red delictiva encargada de preparar y acondicionar embarcaciones para que los inmigrantes cruzaran la frontera de forma irregular a través del mar. En total hay 23 detenidos y, como se refleja en las imágenes de la operación, mantenían una intensa actividad para facilitar el tránsito de personas hacia la ciudad autónoma.
La operación policial tuvo lugar el miércoles, 26 de octubre, y la mayoría de los integrantes de la organización desarticulada eran ciudadanos marroquíes, de acuerdo a la información facilitada por las autoridades del país vecino. En concreto, la Dirección General de Seguridad Nacional de Marruecos detalla que los agentes se desplegaron en diversas localidades próximas a Nador para desarticular la red.
Las imágenes del material incautado revelan la magnitud de la actividad del entramado criminal. De acuerdo a la información difundida por Marruecos, los agentes intervinieron 125 motores de embarcación, ocho botes de goma y una gran cantidad de dispositivos de navegación marítima, como dispositivos GPS. También se hicieron con contenedores de combustible, chalecos salvavidas y 66 paquetes de hachís.
En el marco de la misma operación, Marruecos desmanteló en la zona de Zeluán -en los aledaños de Nador- un taller de fabricación de botes de goma utilizados habitualmente en el tráfico de personas, por lo que la organización desarticulada pretendía contar con una flota aún mayor de embarcaciones para facilitar el tránsito irregular de inmigrantes.
Aumentan las entradas marítimas en Melilla
Según los datos de los que dispone el Ministerio del Interior, en lo que va de año han entrado en España 23.154 personas por vías marítimas y de forma irregular. Las cifras son notablemente inferiores a las que se registraron el año pasado en el mismo periodo de tiempo (30.478). Lo mismo se puede decir con el número de embarcaciones: 1.339 hasta mediados de octubre de 2022, frente a 1.824 en los mismos meses de 2021.
Las estadísticas, no obstante, contrastan con la situación de Melilla, donde este año se han disparado los registros de entradas por mar: 118 personas han llegado a la ciudad autónoma en lo que va de 2022 (a bordo de 26 embarcaciones), frente a los ocho de 2021 (lo hicieron en dos lanchas).
Colaboración España-Marruecos
La nueva operación policial ha tenido lugar en un contexto en el que Marruecos ha estrechado el cerco en torno a las organizaciones dedicadas al tráfico de seres humanos, en consonancia con la restitución de las relaciones diplomáticas entre Madrid y Rabat, que quedaron gravemente dañadas tras el ingreso hospitalario de Brahim Ghali en Logroño y la entrada repentina de miles de personas en Ceuta bajo la permisividad de los gendarmes marroquíes.
En fechas recientes, las autoridades del país vecino han dispersado a los inmigrantes que se preparaban para dar nuevos saltos a Ceuta y Melilla y han detenido a otros individuos que potenciaban los flujos ilegales de personas: entre otras operaciones, detuvo a 28 individuos en El Aaiún, que constituían un grupo que facilitaba el paso a Canarias. Con todo, los últimos informes apuntan a que cerca de 5.000 personas podrían estar congregándose en el monte Gurugú, según detalló El Mundo.
Pese a esa restitución de las relaciones, Marruecos y España aún registran episodios diplomáticos abruptos. Es el caso de la respuesta que dio el reino alauí a la ONU en plena investigación del salto masivo de Melilla del pasado 24 de mayo, donde murieron al menos 23 personas -las ONG elevan la cifra a casi medio centenar-. Según planteo Rabat ante Naciones Unidas, "Marruecos no tiene fronteras terrestres con España" y "Melilla es un presidio ocupado". Poco después, un alto funcionario de Exteriores del país vecino matizó las valoraciones a EFE y reconoció la existencia de la divisoria.