España

De La Moraleja a la Costa Brava: así es el mapa español de los refugios nucleares privados

Antonio Alcahud, fundador de Refugios Atómicos ABQ, lleva cuatro décadas diseñando y construyendo refugios antiatómicos. Presume de haber realizado desde entonces más de 400 búnkeres privados, la mayoría de ellos en Madrid y Barcelona

A simple vista, el Hotel Ebora es un edificio más de la avenida de Madrid de Talavera de la Reina (Toledo). Tiene varias plantas y luce tonos marrones claros. En la fachada aún se pueden leer las letras del viejo nombre del hotel, el "Beatriz". La gran anomalía de este complejo, sin embargo, está en su interior. En junio de 1983, el entonces propietario, Justino Pérez, inauguró en los bajos del edificio uno de los refugios antiatómicos privados más grandes conocidos en España. "Se utiliza como garaje", responden por teléfono desde el hotel, que hoy regenta Dolores Cases, nieta de Justino.

El búnker fue obra de Antonio Alcahud Lara, pionero en el diseño y la construcción de refugios antiatómicos en nuestro país. Su empresa, Refugios Atómicos ABQ S.L., ha diseñado más de 400 refugios desde mediados de los 70. La gran mayoría de ellos se sitúan en Madrid y Barcelona, con más de 100 búnkeres en cada una de ellas. Aunque la compañía presume de haber proyectado refugios en casi todas las provincias.

Antonio Alcahud tiene hoy 75 años. Por razones particulares, hace dos años y medio que no concede entrevistas a los medios de comunicación. Pero la hemeroteca de las últimas tres décadas está repleta de intervenciones suyas y reportajes sobre su peculiar negocio. En Internet no hay mucha información sobre él más allá de lo contado por la prensa y la televisión. Alcahud nació en 1946 en Tarazona de la Mancha, un pequeño pueblo de Albacete. En 1980 se licenció como ingeniero industrial en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Barcelona, según consta en el diploma que tiene publicado en la web de su compañía. También aparece registrado como socio del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña en antiguos anuarios.

Según la plataforma de información mercantil 'einforma', Refugios ABQ comenzó operaciones en 2005 en Barcelona y se dedica a la "realización de proyectos de ingeniería y la construcción y promoción de edificaciones de cualquier tipo y uso". Sus inicios, en realidad, se remontan a 1975. Aquel año, Alcahud leyó una entrevista a Sophia Loren donde la actriz italiana reconocía que tenía un refugio antiatómico en Suiza. "Me di cuenta de que era lo mío", dijo el ingeniero en una conversación con El Periódico de Cataluña.

Refugios en barrios ricos, entornos de centrales nucleares...

La firma barcelonesa asegura haber realizado más de 400 proyectos de refugios ABQ (atómico, biológico y químico) desde 1975. Ha diseñado búnkeres de todo tipo y tamaño, con capacidades de entre 25, 500 y hasta 2.000 plazas. Cada proyecto es individualizado. No hay un modelo estándar. El objetivo, según la web, es proteger a los clientes de las "catástrofes y los conflictos bélicos que nos amenazan constantemente" y que estén preparados "por si lo impensable ocurre". También ante las "nuevas amenazas terroristas" que incluyen desde "armas químicas o biológicas hasta la llamada bomba sucia" y de los "grandes desastres naturales como terremotos e inundaciones".

Según los datos facilitados por la compañía a este periódico, las provincias en las que se han construido más refugios diseñados por ABQ son Madrid y Barcelona, con más de un centenar en cada una de ellas. En el caso de la capital, los búnkeres privados se han levantado en urbanizaciones de barrios como Puerta de Hierro. Pero también en La Moraleja (Alcobendas), en Somosaguas (Pozuelo) y en municipios como Majadahonda o El Escorial.

En la Ciudad Condal, los refugios con sello ABQ se encuentran en Pedralbes, uno de los barrios más ricos de la ciudad. Sant Cugat, Castelldefels, Premiá, El Masnou, o el barrio de Ciutat Diagonal en Esplugues de Llobregats son otras localidades barcelonesas que cuentan con refugios antinucleares planeados por Alcahud. Fuera de la provincia de Barcelona, el empresario proyectó sus 'escondites' de hormigón armado en la Costa Brava, en Gerona y en Tarragona. Entre otros motivos, los clientes tarraconenses de ABQ demandaron estos recursos por la existencia de las centrales nucleares de Vandellós y Ascó y por el complejo petroquímico, explica la compañía. Los diseños del albaceteño han llegado a casi todas las provincias de España, pero en menor cantidad (menos de 10 refugios en cada una de ellas).

Alcahud diseña refugios colectivos, unifamiliares, institucionales, en sótanos, en garajes, en locales existentes, o como cámara acorazada, panic room o parking. De hecho, el ingeniero recomienda que se le dé un uso cotidiano al refugio. Es justo lo que hacen en el Hotel Ebora de Talavera, donde una parte de las estancias acorazadas las utilizan como aparcamiento, mientras que otras permanecen bajo llave.

Por dentro, según señaló Alcahud a Vocento, los búnkeres parecen una casa normal. Sin grandes lujos ni ventanas. Pero con muros gruesos de hormigón armado capaces de soportar huracanes de hasta 800 kilómetros por hora y la radiación de determinadas explosiones nucleares. En la web también exponen un vídeo de un modelo virtual de refugio 'vip'. Las estancias también están equipadas con un detector geiger, puertas blindadas y estancas en el acceso, puerta de emergencia, sistema de ventilación y filtrado del aire, válvulas sobrepresión, máscaras y trajes de protección y manuales.

Pese a que el diseñador ya no aparece en los medios, sigue publicando vídeos en su cuenta de YouTube. En el último, hace poco más de una semana, aparece una vivienda en obras en una parcela de 14.500 metros cuadrados ubicada en el Levante. Según la descripción del vídeo, la casa cuenta con un refugio atómico ABQ para 50 plazas. El complejo es "inmune a misiles hipersónicos de trayectoria variable" y resistente a explosiones nucleares como las de Hiroshima, siempre que se detonen a 300 metros de distancia del búnker. También aguanta explosiones de un megatón que se produzcan a 1.200 metros. "Solo se atienden consultas de verdaderos interesados", se avisa en la descripción.

¿Y el precio? Si atendemos a la web de ABQ, un refugio ABQ de 25 plazas tiene un sobrecoste fuera de obra de unos 55.000 euros como mínimo. El de 50 plazas asciende a los 67.000 euros de sobrecoste. El coste de la obra civil necesaria (excavación, hormigón, puntura, fontanería...) es equivalente -en caso de obra nueva- al coste de la obra convencional y es a cargo del propietario. En el sobrecoste va incluido el proyecto, la dirección de obra, las puertas blindadas y estancas de acceso y la esclusa, la puerta de la salida de emergencia, el sistema de ventilación y filtrado de aire, el detector o los manuales, entre otros.

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