El sindicato de maquinistas Semaf, que actúa dentro de Renfe Operadora, tiene una larga tradición pactista con la empresa estatal que llega hasta nuestros días: a finales del pasado julio, por ejemplo, rechazó ir a la huelga con CCOO y CGT en protesta por la “escasez de recursos humanos” en Renfe, y en septiembre desconvocó dos días de huelga por idéntico motivo a la que el propio Semaf había llamado. El sindicato garantiza la paz social en Renfe y buenas condiciones laborales para sus afiliados. Pero las últimas noticias a las que ha tenido acceso Vozpópuli van mucho más allá de ese pactismo clásico.
Según documentos en posesión de este medio, entre los que figuran el número y el montante del contrato, Renfe Operadora ha firmado un acuerdo con un familiar directo de un dirigente del Semaf para alojar a personal ferroviario cuando éste tenga que dormir fuera de su casa. Se trata de la mujer de un sindicalista, que contrata su piso como si fuera un hotel por 49.990 euros anuales, es decir, 10 euros por debajo del límite (50.000 €) que obligaría a publicitar la contratación, y por tanto impediría semejante apaño.
De hecho, Renfe suele firmar este tipo de contratos con cadenas hoteleras, y son fuentes relacionadas con el sector hostelero las que han puesto el grito en el cielo. Es frecuente que los alojados sean interventores y maquinistas, sobre todo si el último viaje del día que realizan les aleja de sus hogares. Lo que no es normal es esta connivencia con familiares de cargos sindicales que habitualmente negocian con la empresa las condiciones laborales de la plantilla.
El contrato no se efectúa con un hotel, sino con un piso particular que hace como si fuera un hotel. Concretamente, éste se ubica en la localidad de Parla, donde los maquinistas de Cercanías de Madrid tienen que pernoctar en ocasiones debido a que conducen el último tren a altas horas de la noche. Incluye servicio de limpieza.
De acuerdo con las fuentes denunciantes, el alquiler de una habitación similar con el servicio de limpieza incluido le cuesta a Renfe en torno a 1.000 euros al mes. Es decir, por un año se pagarían normalmente 12.000 euros, cuatro veces menos de lo que el operador estatal acaba de abonar a un particular.