La secretaria general del PP y presidenta del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, intentó ayer despejar cualquier sombra de duda sobre la posibilidad de un rescate o intervención de España, contra la opinión expresada este fin de semana por el portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores y coordinador de Estudios del partido, José María Beneyto, que afirmó que no había que excluir una intervención de España pero que no supondría tampoco "el apocalipsis". Cospedal, que justificó a Beneyto argumentando que se habían descontextualizado sus palabras, afirmó sin embargo tajante que España y el Gobierno están demostrando "que son capaces de hacer lo que hay que hacer para salir de la crisis, por lo que no es necesaria ninguna intervención".
Es más, quiso exorcizar el riesgo de un rescate dando a entender que España ha hecho sus deberes y que ahora le corresponde a Europa responder a ese esfuerzo: "Si hacemos las cosas como las tenemos que hacer y las instituciones comunitarias se comportan como esperamos que se comporten, los españoles somos capaces de salir por nosotros mismos", y agregó, "no se puede lanzar el mensaje de que es imposible controlar el déficit".
Cospedal, que prácticamente todas las semanas se reúne al menos una vez con el jefe del Ejecutivo, volvió a ejercer ayer de portavoz bis del Gobierno como hace cada lunes desde la sala de prensa de la sede nacional del partido. Esta vez era para apagar el incedio creado por el coordinador de Estudios del partido, que osó a usar una palabra tabú: "intervención". En una entrevista a Europa Press, Beneyto dijo que "si al final, porque claro que es un escenario que no hay que excluir, hay una intervención, tampoco es el apocalipsis. Habrá que vivir con ello. Portugal está viviedno con ello de una manera relativamente pacífica, e Irlando ha vivido con ello y ha salido adelante".
Cospedal se reúne una vez por semana con Rajoy para coordinar la acción Gobierno-partido
La secretaria general del PP convocó ayer su propia reunión de "maitines", en la que reúne a los vicesecretarios del PP y portavoces parlamentarios, pero al que no acude el presidente del Gobierno contra la costumbre de su antecesor porpular en el cargo, José María Aznar. Por ello, la interlocución Gobierno-partido corre a cargo de la "número dos" popular, a la que le ha correspondido hoy rebajar, en el arranque de la semana, el temor de una hipotética intervención. Por eso una y otra, vez, a preguntas de los informadores, reiteró que nuestro país "es capaz perfectamente de salir por sí misma de esta situación porque estamos trabajando en la buena dirección".
La coordinación Gobierno-partido se completa con una convocatoria los lunes por la tarde que reúne al "númetro tres" popular, Carlos Floriano, con la secretaria de Estado para la Comunicación, Carmen Martínez Castro, el equipo de comunicación y prensa del partido, los responsables de prensa de los Grupos Parlamentarios y los secretarios ejecutivos y sectoriales del PP, todo ello destinado a evitar problemas de coordinación y reforzar los mensajes del Gobierno.