El rey ha condecorado este viernes a 24 ciudadanos anónimos de toda España cuya labor ha tenido especial protagonismo desde que estalló la pandemia, entre los que hay varios sanitarios e investigadores, una ganadera, una cajera de supermercado, un camionero o una camarera con síndrome de Down.
Son 16 mujeres y ocho hombres de todas las comunidades autónomas y de edades comprendidas entre 30 y 74 años a los que Felipe VI ha concedido la medalla de la Orden del Mérito Civil con motivo del séptimo aniversario de su reinado en un acto celebrado en el Palacio Real de Madrid.
La más joven de los distinguidos es Marta Muñoz, quien trabaja desde hace tres años en una horchatería de Valencia. A sus 30 años, esta auxiliar de camarera, con síndrome de Down, se ha emocionado al estar delante de los reyes.
"Es la primera vez que estoy en un palacio", ha confesado Marta, quien asegura que no sintió miedo durante la pandemia porque siempre fue con "mascarilla, gel y distancia".
Elena García, cajera del Mercadona en Badalona (Barcelona), pensó al principio que era una "broma" la llamada de la Casa Real, hasta que asumió que era un reconocimiento a "todas las Elenas" que han trabajado en supermercados para abastecer a los hogares.
Ultramarinos
"Los ciudadanos venían con miedo a comprar. Querían acaparar todo", recuerda de los primeros días de la pandemia. Sergio y Cristina regentan un ultramarinos familiar en el barrio madrileño de Chamberí, donde les comunicaron que iban a ser condecorados.
"Hay mucha tente que se dedica a esto que se lo merece tanto como nosotros", aseveran al unísono para ensalzar la labor de las tiendas de alimentos.
Dos de las distinguidas son inmigrantes, la venezolana Yukonda Esparragoza, gerente de una lavandería en Gran Canaria, y la rumana Alice Mihaela, conductora de una ambulancia de Cruz Roja en Almendralejo (Badajoz), donde vive desde hace 14 años.
"Ni en mis mejores sueños podía haber vivido esto", enfatiza Mihaela sobre la medalla. De su experiencia en los últimos meses, recuerda que "lo peor fue ver a la gente llorar en la calle y el miedo que había".
Además de Mihaela, también se ha homenajeado a otros sanitarios, como una médico de Melilla, un enfermero de Pamplona y una farmacéutica alicantina. A ellos se añaden tres investigadores de distintos ámbitos, entre ellos, la zaragozana Cristina Crespo, dedicada en los últimos meses al reciclaje de mascarillas.
A la cantante Natividad Baldominos, de Guadalajara, una enfermedad rara la dejó en silla de ruedas y pareció truncar su carrera musical, aunque la recondujo desde la asociación "Mi voz por tu sonrisa", con la que amenizó a niños con necesidades especiales durante el confinamiento.
"En la pandemia, grabé un disco y hoy se lo he regalado a los reyes y sus hijas", apunta sonriente Baldominos.
El marinero Manuel Vinaeta, de Santoña (Cantabria), ha celebrado su 50 cumpleaños en el Palacio Real con la medalla entregada por el rey por la labor del sector primario, representado además por el agricultor riojano David Lafuente y la ganadera leonesa Noelia Aparicio.
También se ha condecorado al cocinero solidario Miguel Herrera, de Algodonales (Cádiz), quien distribuyó durante el confinamiento menús solidarios con ONG.
Un empleado de Mercamadrid, un transportista que puso su flota de camiones al servicio del Banco de Alimentos, un trabajador de la planta de residuos de Asturias, una maestra o la directora de una oficina postal son otras de las personas reconocidas por su trabajo. A ellas se une Carmen Martínez, voluntaria del Teléfono de la Esperanza desde hace 15 años en Pontevedra.