El rey Juan Carlos sólo esperaba 20 millones de dólares en la donación que le hizo el rey Abdalá de Arabia Saudí en 2008, según anotó Arturo Fasana en una nota interna ese año sobre el proceso de constitución de la Fundación Lucum y a la que ha tenido acceso Vozpópuli en exclusiva.
El gestor de la fortuna del rey emérito elaboró documentos -con el epígrafe 'Informe de visita cliente'- en los que detalló los principales hitos de la Fundación Lucum hasta su disolución en 2012 cada vez que él y su ayudante, el abogado Dante Canónica, se reunían con el entonces jefe del Estado.
En su declaración hace dos años ante el fiscal de Ginebra Yves Bertossa, desvelada por El Español, Fasana no dio tantas precisiones como en su nota de 2008. Por ejemplo, al fiscal le dijo que no existía documentación que acreditase la donación del rey de Arabia Saudí al Emérito.
Así, afirmó que a él no le constaba que el Rey hubiese declarado al fisco los fondos de la Fundación Lucum y admitió que no había documentación "oficial" que demostrase que los cien millones de dólares (65 millones de euros al cambio en aquella época) fuesen un "regalo".
El abogado Cante Canónica también fue esquivo ante el fiscal cuando compareció en 2018: "Nos explicó que su amigo, el antiguo rey de Arabia Saudí, quería hacerle una importante donación. Le pregunté cuánto dinero. Me respondió que no lo sabía".
Fasana también contó a Bertossa su reunión en Washington con el embajador saudí, Adel Al-Jubeir. "Confirmó que era de hecho un pure gift (puro regalo) que ascendería a varias decenas de millones. Habló de una horquilla entre 20 y 100 millones".
Sin embargo, ese relato no coincide con lo que escribió una década antes. Al-Jubeir no le dijo nunca una cifra concreta. Ni en Washington ni posteriormente en el aeropuerto de Basilea, donde el gestor suizo le entregó el IBAN de la nueva cuenta bancaria de Lucum abierta en el banco Mirabaud. Fasana sólo supo de cuánto dinero se trataba cuando llegó la transferencia saudí.
"Una vez conocido el montante del regalo, primero he informado a nuestro cliente, quien se mostró muy sorprendido del montante que se me había trasladado", dejó anotado Fasana en 2008. "Él (Juan Carlos I) se esperaba algo de alrededor una 1/5 parte del montante indicado". Es decir, 20 millones de dólares. O lo que es lo mismo, 13 millones de euros al cambio de aquella época.
Canónica reconoció ante el fiscal que Juan Carlos I se sorprendió al conocer la cifra que había recibido del monarca saudí. "Fue entonces cuando descubrimos la cantidad exacta de la donación. Llamamos a Juan Carlos I, que se quedó atónito al saber la cantidad que se había pagado. Pronunció una frase como '¡Oh, dios mío! Han sido muy generosos'", explicó en sede judicial.
"7-8 millones de Oriente Próximo"
El 28 de enero de 2011 se produjo un encuentro entre don Juan Carlos y Fasana en la estación invernal suiza de Villars, donde Corinna Larsen había adquirido dos inmuebles con la ayuda de varios préstamos del propio Rey que posteriormente fueron devueltos. La "cena privada" permitió al entonces jefe del Estado firmar un documento de su gestor en el que confirmó las entradas y salidas de dinero que hubo en la cuenta de Lucum a lo largo de 2010.
Fasana aprovechó también la cita para entregarle en mano 300.000 euros "que él me había pedido para sus necesidades personales". Una vez cumplimentados esos trámites, don Juan Carlos le adelantó entonces una novedad. "En un momento de esta reunión, me ha indicado que él debería recibir durante el año en curso un montante de 7 a 8 millones de dólares provenientes de países de Oriente Próximo".
"Nos hemos puesto de acuerdo para seguir en contacto durante los próximos meses para finalizar estas diferentes entregas de dinero", añadió Fasana en su nota. Sin embargo, no dejó por escrito de qué países árabes se trataba. Pocos meses después estalló el caso Urdangarín y tras la polémica de la cacería en Botsuana en abril de 2012, el Rey procedió a la disolución de Lucum y donó el dinero que había en esa cuenta a Larsen.
Don Juan Carlos ya había recibido en 2008 los citados 100 millones de dólares (64,8 millones de euros) de la Monarquía saudí, para lo cual se abrió Lucum y la cuenta en Mirabaud. Luego, en marzo de 2010, recibió otro "regalo" de 1,9 millones de dólares de su homólogo de Bahrein, un dinero que el propio don Juan Carlos trasladó él mismo a Suiza en un maletín.
Fasana relató en otra nota cómo fue la entrega del dinero bahrení por parte de don Juan Carlos (ver abajo): "He recibido hoy la visita del cliente al que le he entregado el balance de la cuenta. Él ha tomado nota del resultado y está muy contento. Me ha entregado el montante de 1,9 millones de dólares que corresponde a un regalo hecho por el Rey de Bahrein, Hamad bin Isa Al Khalifa. Vamos a proceder al ingreso de dicho montante".
Fasana está siendo investigado en el país helvético por un presunto delito agravado de blanqueo de capitales. En el pasado le salpicó la 'trama Gürtel', aunque quedó exonerado por colaborar con la Audiencia Nacional. El fiscal Bertossa considera que el gestor de la fortuna del Rey gestionó ese patrimonio sin tomar las medidas precisas para asegurar que los fondos tuviesen un origen legal.
En concreto, el fiscal de Ginebra relaciona el dinero con una supuesta comisión pagada en beneficio del padre de Felipe VI por el consorcio español que logró la adjudicación del AVE a La Meca. Aunque la adjudicación no se formalizó hasta octubre de 2011, la licitación de ese macroproyecto, por importe de 6.736 millones de euros, se produjo en 2006.