Los reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía no han asistido este domingo a la misa del Domingo de Resurrección en la catedral de Palma, una tradición que los reyes Juan Carlos y Sofía instauraron en 1995, aunque en los últimos dos años no pudo celebrarse debido a la pandemia.
Después de que la familia real no acudiera a la misa de Pascua en las dos últimas Semanas Santas por razones sanitarias, la Casa Real no ha dado detalles de la ausencia de este año, al considerar que se trata de una actividad privada y que no forma parte de la agenda oficial.
Don Felipe, doña Letizia y sus hijas visitaron este sábado por la tarde el centro de atención a los refugiados ucranianos en Pozuelo de Alarcón (Madrid), en la que fue la primera aparición pública de la princesa Leonor en los últimos seis meses tras su regreso a España por las vacaciones en el internado de Gales (Reino Unido) donde estudia primero de bachillerato.
A la ausencia de los cuatro a la ceremonia religiosa se ha sumado la de la reina Sofía, habitual a esta cita, quien sí ha pasado unos días de vacaciones en el Palacio de Marivent esta Semana Santa.
Una tradición familiar
La misa de Pascua de Palma era, junto a los Premios Princesa de Asturias en Oviedo, uno de los pocos escenarios donde los reyes y sus hijas coincidían con doña Sofía, con la que posaban ante los medios gráficos a la salida de la catedral.
Ese posado derivó en un rifirrafe entre la reina Letizia y su suegra en 2018, un desencuentro que causó una fuerte polémica por el impacto que tuvieron las imágenes del incidente al término de la misa con Felipe VI y Juan Carlos I como testigos.
Al año siguiente, la familia real, sin don Juan Carlos, acudió de nuevo a la catedral y posó ante los fotógrafos con normalidad.
La tradición de acudir a la misa de Pascua en Palma se remonta a 1995, cuando los reyes Juan Carlos y Sofía la instauraron como broche a sus vacaciones de Semana Santa en el Palacio de Marivent.
En aquella ocasión, los reyes acudieron junto a la infanta Elena y su entonces esposo, Jaime de Maricharar, y a su otra hija, Cristina.
El príncipe Felipe se incorporó un año después, mientras doña Letizia lo hizo en 2004, semanas antes de su boda.
El único año en el que la familia real estuvo al completo en la catedral fue en 2006, cuando coincidieron los reyes, los príncipes de Asturias y la infanta Leonor, en su estreno -su hermana Sofía nació en 2007-, así como los duques de Lugo y los de Palma con sus respectivos hijos.
En los siguientes años, el posado comenzó a menguar debido primero a la separación de la infanta Elena y, posteriormente, al estallido del caso Nóos, que salpicó a Iñaki Urdangarin y a Cristina de Borbón.
También Juan Carlos I se ausentó en 2011 y en varias ocasiones tras la abdicación.
Al contrario que los reyes eméritos, don Felipe y doña Letizia no pasan sus vacaciones de Semana Santa en Palma, como sí hacen en verano coincidiendo con la Copa del Rey de Vela, al margen de algún acto que protagonizan durante el año.
El monarca tiene previsto el próximo día 27 participar en Palma en un acto de la Fundación Princesa de Girona, en el que se va a anunciar el ganador de uno de sus premios.
Unidas Podemos dio a conocer la semana pasada una carta enviada a Felipe VI para que “devuelva el Palacio de Marivent a la ciudadanía de Baleares”.