España

Ribera calcula que el gasoducto por Cataluña estará operativo en ocho o nueve meses

El Gobierno podrá todo su empeño para mejorar la regasificación y que los socios europeos más expuestos a un hipotético corte de gas ruso "puedan tener la solidaridad de aquellos países mejor preparados"

  • La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. Jesús Hellín / Europa Press.

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado este viernes que la instalación de un compresor adicional en las interconexiones en Francia podría elevar entre un 20% y un 30% la capacidad de exportar gas de España. Ribera ha explicado en una entrevista en TVE que esta medida, junto con una mejor logística de los barcos metaneros, pueden ser soluciones a corto plazo para contribuir al abastecimiento de gas de Europa ante "el chantaje de Putin".

Su declaración llega después de que este jueves el canciller de Alemania, Olaf Scholz, lamentara que no se hubiera construido antes un gasoducto que uniera España con Francia para abastecer a toda Europa. Declaró que era necesario diversificar el suministro de gas en Europa y que la construcción de una infraestructura así beneficiaria a todos los países miembros para cortar la dependencia rusa. Hizo referencia al proyectado MidCat, que se detuvo hace años por considerarse económicamente más ventajoso importar el gas natural ruso. Quedaron por construir unos 220 kilómetros entre Hostalric (Cataluña) y el sur de Francia.

Para ello, la ministra confía en aprovechar mejor el puerto de Gijón para el envío de metaneros a partir de diciembre. La vicepresidenta ha celebrado las palabras del canciller alemán, Olaf Scholz, que reclamó este jueves un gaseoducto que permitiera que Portugal y España abastecieran al resto de Europa. Para Ribera, estas palabras son una muestra de que la interconexión gasista de España no es un asunto bilateral con Francia, sino algo que involucra a otros países comunitarios. De hecho, ha invitado a Alemania a formar parte de las reuniones de alto nivel que se mantienen en estos momentos con el país vecino.

La construcción del MIDCAT

La ministra de Transición Ecológica ha reconocido que la construcción del Midcat requerirá una "inversión muy importante" y ha defendido la necesidad de que se trate de una infraestructura que se plantee para una vida de entre 30 y 50 años en la que, posteriormente, el gas deje paso al hidrógeno renovable en sus tuberías.

Ribera ha asegurado que los trabajos en la parte española del gaseoducto podrían estar terminados en ocho o nueve meses, pero los plazos finales también dependen de lo que haga Francia en su parte de la frontera.

"Tiene poco sentido que nosotros corramos mucho si, del lado francés, se convierte en un callejón de salida", ha remarcado. También ha añadido que al tratarse de un proyecto que mejorará la seguridad de suministro de toda Europa, el Gobierno considera que debería financiarse como proyecto europeo.

La ministra ha destacado las posibilidades de tomar medidas energéticas a nivel europeo y ha recalcado la predisposición de España a colaborar con sus socios en el marco de la crisis energética.

La propuesta de Scholz

Alemania se plantea recuperar el proyecto de transportar gas desde Portugal y España, a través de Francia, hacia el resto de Europa, tras años de apostar por una energía barata rusa y escarmentada ahora por su dependencia energética de Moscú.

Un gasoducto desde la península ibérica "hubiera contribuido masivamente a relajar la situación actual", reflexionó hoy el canciller Olaf Scholz, en una conferencia de prensa tras el receso estival y abierta a todo tipo de cuestiones, nacionales o internacionales, aunque centrada en la guerra de Ucrania. Tal conducto "hubiera podido construirse" y "ahora se le echa de menos", añadió Scholz, quien dijo haber abordado la posibilidad de recuperar el proyecto con sus colegas de Portugal y de España, y también de Francia y con la presidencia de la Comisión Europea.

Como explicó el jueves, la existencia de conexiones con el norte de África ayudaría a "diversificar el suministro", argumentó, para calificar a continuación de "error" el haberse abonado al gas ruso que recibe Alemania, a través del Báltico, a través de Nord-Stream. El tripartito de Scholz entre socialdemócratas, verdes y liberales, en el poder desde diciembre del año pasado, ha quedado obligado a reducir a toda prisa una dependencia energética heredada de sus antecesores -tanto el socialdemócrata Gerhard Schröder como la conservadora Angela Merkel-.

"Todo gobierno, toda empresa, debe tener en cuenta que las situaciones pueden cambiar y prepararse para si ello ocurre", afirmó, al explicar que su coalición se vio "sorprendida" por la falta de alternativas a una reducción de los suministros rusos. Este reconocimiento tenía algo de "mea culpa", ya que fue vicecanciller y titular de Finanzas en el último gobierno de Merkel.

Este viernes, La Comisión Europea (CE) ha apoyado al canciller alemán y ha declarado que quiere que se refuercen las interconexiones energéticas entre Francia y España, desarrollando los proyectos eléctricos en curso y creando también nuevas infraestructuras para aprovechar las terminales de gas natural licuado (GLN) de la península ibérica, que en el futuro servirían también para transportar de hidrógeno.

"Seguiremos apoyando y animando a las autoridades españolas y francesas a acelerar la ejecución de los tres proyectos existentes de interés común (...) con el objetivo de aumentar la capacidad de interconexión entre la península ibérica y Francia", dijo a hoy Efe un portavoz de la Comisión Europea.

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