España

Sánchez juega con Junts: 'reenvía' la carta a la UE sobre la oficialidad del catalán que mandó por ERC

El Gobierno ya se dirigió en septiembre de 2022 al Parlamento Europeo para solicitar el uso del catalán y así cumplir con uno de los compromisos adquiridos con ERC en la Mesa de Diálogo

El órdago de Junts ha resultado ser un farol. Pedro Sánchez sale victorioso de su primera negociación con las fuerzas independentistas y enfila con optimismo el duelo final, la investidura. Todo parecía apuntar que Puigdemont podía hacer saltar por los aires el nombramiento de Francina Armengol como presidenta del Congreso, pero no ha sido así. Pese a las fanfarronadas del fugado estos últimos días, lo cierto es que Junts ha dado sus apoyos a Sánchez a cambio de la misma concesión que ya hiciera a ERC en 2022.

La solicitud formal para que el catalán sea lengua oficial de la Unión Europea es un as en la manga que Sánchez utiliza de manera recurrente con los independentistas. En septiembre de 2022, el Ministerio de Asuntos Exteriores ya mandó una carta oficial a Bruselas para solicitar la incorporación del catalán, el vasco y el gallego como lenguas de uso en las sesiones parlamentarias de la Eurocámara. Moncloa cumplía así con la promesa realizada a Esquerra Republicana 27 de julio en la Mesa de Diálogo que mantiene Sánchez con la Generalitat.

"El Gobierno argumenta que en el actual contexto de mayor demanda de transparencia y de mejoras en la participación ciudadana en las instituciones europeas se dan las condiciones para reiterar la petición de posibilitar el uso en el pleno del Parlamento Europeo de las lenguas españolas distintas del castellano que gozan de estatuto oficial en España", rezaba el escrito enviado entonces por el Ministerio de José Manuel Albares.

En aquella propuesta de Albares, España se comprometía a asumir los costes correspondientes a la introducción de estas lenguas en el uso parlamentario europeo y se mostraba "abierta a negociar los detalles prácticos que podrían incluirse en un acuerdo administrativo". Aquel escrito no ha tenido impacto alguno en el reglamento de la Eurocámara.

La jugada maestra de Sánchez

Sánchez sabe que la aprobación del catalán como lengua oficial de la UE es harto imposible. Pero mientras tanto juega con los separatistas y les concede su correspondiente minuto gloria. Esta semana ha sido Puigdemont el que se ha 'colgado la medalla' por lo que parece un logro, cuando en realidad no lo es.

En estos momentos, como adelantó este periódico, el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea "está examinando" la carta del Gobierno español que pide abordar la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones comunitarias. El 19 de septiembre tendrá lugar la reunión de los Estados miembros en la que se abordará el tema. Un portavoz de este órgano confirmó a Vozpópuli la recepción del documento, que entró por registro a las 6:47 de la mañana firmado por el ministro Albares.

Fuentes diplomáticas explican que lo normal en estos casos es que se solicite una evaluación jurídica sobre el encaje de esta petición en los tratados y también informes económicos sobre el coste de la medida. "La ratificación del Consejo, en su caso, será a cambio de que España pague todo el coste", explican. España siempre paga la cuenta de los independentistas.

Para la inclusión del catalán como lengua oficial de la UE -que implicaría que los ciudadanos podrían dirigirse en catalán a los entes europeos para cualquier gestión administrativa- se necesita el apoyo positivo de los 27. Algo harto improbable, dado que no hay idiomas regionales con el estatus de oficialidad, y su aceptación provocaría una reacción en cadena en otros Estados de la Unión. "Esto puede pisar muchos callos", admiten fuentes diplomáticas.

Hay una razón fundamental por la que el catalán no puede ser lengua de uso parlamentario en la Unión Europea. Las lenguas oficiales y de trabajo de la Unión Europea vienen recogidas en el artículo 55.1 del Tratado (TUE) y en el artículo 1 del Reglamento 1/1958 sobre régimen lingüístico: el alemán, el búlgaro, el castellano, el checo, el danés, el eslovaco, el esloveno, el estonio, el finés, el francés, el griego, el húngaro, el inglés, el irlandés, el italiano, el letón, el lituano, el maltés, el neerlandés, el polaco, el portugués, el rumano y el sueco.

Como se puede comprobar, figuran las lenguas oficiales de cada país, no las cooficiales. El Ejecutivo ya justificó por escrito al propio Junts la dificultad del proceso subrayando las diferencias entre el catalán y, por ejemplo, el gaélico. Este último es lengua oficial en Irlanda junto al inglés, y así consta en el momento en que este país se adhirió a la UE. En cambio, el catalán es lengua oficial solo en su comunidad autónoma. La única lengua oficial de España es el español, como establece la Constitución.

ERC gana el primer pulso a Junts

En definitiva, Junts ha concedido la Presidencia de la Mesa del Congreso al PSOE a cambio de algo que ya prometió a ERC y de otro par de concesiones menores: la reapertura de la Comisión de investigación sobre las "cloacas del Estado" y la apertura de otra sobre los atentados de Barcelona y Cambrils.

En este primer pulso por ver quién es más independentista sale ganador Esquerra. Los de Gabriel Rufián han arrancado de Sánchez el compromiso de aprobar una Ley orgánica para que el catalán sea lengua plenamente oficial en todas las instituciones del Estado; una Comisión de investigación sobre el espionaje a políticos catalanes; y estudiar vías legales para la amnistía.

La legislatura no ha hecho más que comenzar, y Sánchez deberá hacer más concesiones a Junts y ERC para ser investido presidente. Ambos partidos han dejado claro que elevarán sus peticiones. ¿Hasta donde está dispuesto a llegar el PSOE para estar otros 4 años en la Moncloa?

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