Contra todo pronóstico, Pedro Sánchez llega este lunes al cara a cara televisivo frente a Alberto Núñez Feijóo vivo y aupado en unos hipotéticos 110 escaños, cuando hace un mes nadie en el PSOE daba un euro porque superará los cien diputados el 23 de julio después de la debacle municipal y autonómica. Y eso está provocando entre los abatidos socialistas cierta sensación de que “no todo está perdido”, de que mantener el gobierno, que no ganar, es posible; otra cosa es que lo sea.
Primero fue José Luis Rodríguez Zapatero quien sorprendió a un partido que no estaba para mucha remontada, la verdad, tras la enorme pérdida de poder e influencia sufridas el 28 de mayo en las urnas, al salir tan vehementemente en defensa y con “orgullo” no sólo su gestión en el final de ETA (2011), sino, y sobre todo, en defensa del “buen presidente” que está siendo Sánchez y del escudo social que ha aprobado en estos cuatro años en medio de una pandemia.
“¿Qué es eso de derogar el sanchismo?”, fue preguntándose Zapatero en voz alta todo junio por los platós de televisión y estudios de radio, sorprendiendo hasta al propio acusado quien, literalmente, le ha copiado la idea y sobre todo el desparpajo en la defensa de la misma: El presidente del Gobierno ha cambiado la clásica campaña de mítines por otra rompedora de entrevistas al ataque en “medios hostiles”; véase sus apariciones en Onda Cero con Carlos Alsina; hace dos semanas en El Hormiguero de Antena3 con Pablo Motos; y esta misma semana con Ana Rosa en Telecinco.
Todo ello ha insuflado ánimos en un PSOE, a priori, perdedor el 23 de julio, y ha generado nervios en sectores del PP que ven con preocupación como Sánchez llega al cara a cara en 110 escaños y con posibilidad de mejora, mientras que Feijóo, en el mejor de los sondeos para el PP, el de GAD3, se ha estancado en 152; cifra que otras casas rebajan a 145
Luego vinieron los primeros roces del PP y Vox a cuenta de la formación de los gobiernos en Murcia, Comunidad Valenciana y, sobre todo, Extremadura, y con ellos la sensación de que el ruido había cambiado de bando; es decir, que el lío entre PSOE y Podemos por la Ley del solo sí es sí, los pactos con los independentistas de ERC y Bildu, incluso la pelea entre Podemos y Yolanda Díaz tras la no inclusión de Irene Montero en las listas de Sumar, habían pasado a un segundo plano.
Todo este panorama ha insuflado ánimos en él, a priori, partido perdedor el próximo 23 de julio, y ha generado nervios en algunos sectores del PP que ven con preocupación como Pedro Sánchez llega al cara a cara con 110 escaños, mientras Feijóo, en el mejor de los sondeos para el PP, el de GAD3 para ABC, sigue.estancado en 152; cifra que, por cierto, otras casas de sondeos rebajan a 145 máximo. En todo caso, muy lejos de la mayoría absoluta (176) sin Vox y hasta del sueño de los 160 para gobernar en solitario, que acariciaron tras la debacle socialista del 28M.
“La enésima ‘burbuja’ pinchará”
Desde el PP se admite que junio no ha sido bueno para su progresión electoral por el intenso ruido que han generado los pactos con Vox, “amplificado por el aparato mediático del Gobierno”, insisten, aunque todas las fuentes consultadas por éste periódico ponen de manifiesto que “ninguna encuesta ya, ni el CIS, da ganador al PSOE y esa sensación el PSOE no tiene forma de levantarla en las dos semanas que quedan”.
O, como señala a Vozpópuli, de forma bastante gráfica e irónica, un conocido responsable de una de las casas de sondeos que estos días están haciendo el agosto demoscópico: “Quedan 18 días para que a Pedro Sánchez se le vuelva a pinchar la enésima burbuja” basada en la idea de que el miedo a la entrada de la ultraderecha en los gobiernos de Baleares, Comunidad Valenciana y, finalmente, también Extremadura, así como en 150 ayuntamientos por toda España, va a movilizar al elector de izquierda; esta vez sí, se dicen en el PSOE.
No obstante en el equipo más próximo al líder popular son rotundos: “la gente lo quiere fuera”, señala a éste periodista un miembro del mismo; “que vaya a Extremadura, a Aragón o a esa Valencia donde el PSOE ha perdido Generalitat, Diputación y Ayuntamiento” y donde a los propios “les da la risa floja con lo de la remontada”.
Sánchez ya no busca tanto esa victoria en votos y escaños sobre Feijóo, a todas luces muy difícil cuando a ambas formaciones, PSOE y PP, les separan ahora mismo cuarenta escaños, como desafiar el techo de 110 diputados que le dan las horquillas máximas hasta llegar a repetir el resultado electoral de noviembre de 2019: 120 diputados
Lo cierto es que Sánchez ya no está buscando tanto una victoria en votos y escaños sobre Feijóo, a todas luces muy difícil cuando a ambas formaciones, PSOE y PP, les separan ahora mismo cuarenta escaños, como reducir esa diferencia a la mínima expresión; desafiar, en definitiva, el techo de 110 diputados que le dan las horquillas demoscópicas hasta llegar a repetir el resultado electoral de noviembre de 2019: 120 diputados; si lo consigue, calculan en Ferraz y La Moncloa, será muy difícil que PP y Vox sumen mayoría absoluta de 176 escaños.
Con ello, el líder socialista habría logrado dos objetivos clave para su supervivencia política al frente del partido: en primera instancia, bloquear la investidura del candidato del PP manteniéndose en La Moncloa aún en funciones, como en su día estuvo muchos meses Mariano Rajoy, a la espera de una repetición electoral si Feijóo y Santiago Abascal no se ponen de acuerdo; y, en caso de investidura, no habrá sido tras una derrota humillante (90 diputados), lo cual legitimaría a Sánchez a permanecer al frente de la Secretaría general del PSOE hasta el 41 Congreso, que no toca convocarlo hasta 2025.
Amtom15
Con todos los respetos sr Sanz: en lugar de ese titular, (un poco tendenciioso), "El presidente llega al...", le sugiero: "El líder del PP llega al debate con un mínimo de 150 escaños, después de haber teñido de azul el territorio hace pocas semanas, y con un país jaleando la posibilidad de perder de vista a ex-etarras, ex-golpistas, comunistas y un PSOE embustero durante al menos, los próximos 4 años". Creo yo, que es más objetivo este que el suyo, dicho con todos los respetos, reitero.
jjkas
Pues ahora sería un excelente momento para poner orden, pero con Sánchez es imposible. Con Zapatero empezó la decadencia y este rey de la mentira lo está superando.
Amtom15
con todos los respetos sr Sanz: en lugar de ese titular, (un poco voluntarioso), "El presidente llega al...", le sugiero: "El líder del PP llega al debate con un mínimo de 150 escaños, después de haber teñido de azul el territorio hace pocas semanas, y con un país jaleando la posibilidad de perd
Ulyses
¿Es lícito desearle a sánchez, ese sujeto, que se extinga?
ma
Dos inútiles prometiendo peajes en las carreteras
vallecas
Lo siento D. Gabriel, Pedro Sánchez está acabado. El 23 J lo dejará todo. Dimitirá de todo. El que más interés tiene que sea así es el PSOE, aunque desee tener una digna derrota. Ojala no sea así, se merecen perder por goleada. Feijóo va a acabar con Pedro Sánchez en un minuto. No necesita más. Solo tiene que "retarle" delante de millones de Españoles a que Gobierne quien gane la elecciones. Sin pactos con otros. Sánchez cobardeará demostrando que es un falso y cobarde. FIN