La repentina aparición en el BOE de una nueva Secretaría de Estado para "reforzar" el Ministerio de Sanidad ha reavivado la 'guerra' en el equipo de Salvador Illa. Las relaciones entre el ministro y algunos de los altos cargos que componen la cúpula del departamento no atraviesan su mejor momento.
Según ha podido saber este diario, los fallos en la gestión de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus han generado más fricciones de las aparentes. Sobre todo con los pesos pesados heredados de la era de Carmen Montón y María Luisa Carcedo.
Illa aterrizó en el Ejecutivo de Sánchez a primeros de 2020 en sustitución de la socialista asturiana. Hasta entonces ocupaba el cargo de secretario de organización del PSC. La acogida por parte del equipo de Carcedo fue descafeinada.
Las negociaciones entre Sánchez e Iglesias previas a la formación del primer Gobierno de coalición y el nombramiento como ministro de una figura sin experiencia en Sanidad pusieron de manifiesto que el Ministerio había quedado relegado a moneda de cambio, algo que no sentó bien a los profesionales del departamento.
El protagonismo de Fernando Simón
Llegó la pandemia y la cartera recién asumida por Illa terminó patas arriba. La reacción tardía, la compra masiva de material defectuoso en el mercado chino sin atender a las recomendaciones de los profesionales del sector y la falta de coordinación con las CCAA no sirvieron para mejorar el prestigio del ministerio.
La confusión en torno al número de contagiados y de fallecidos, así como el cuestionado comité de expertos de la 'desescalada' anunciado por el Ejecutivo sin dar nombres y apellidos, tampoco han ayudado a afianzar los vínculos entre los miembros del equipo.
Por otro lado, el protagonismo otorgado al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, durante la gestión de la crisis contrasta con el rol jugado por otros altos cargos como el del secretario general de Sanidad, Faustino Blanco; la directora general de Farmacia, Patricia Lacruz o el director general de Ordenación Profesional, Rodrigo Gutiérrez, cuyos perfiles han quedado más desdibujados.
Polémica por las comparecencias en el Congreso
Fuentes parlamentarias aseguran a este diario que la tensión en la cúpula de Sanidad es tal que ninguno de los responsables quería comparecer en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados para responder a las preguntas sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte de la oposición.
Prueba de ello es que Blanco, que fue director general de Salud Pública en Asturias y dirigió la Dirección Gerencia del Servicio de Salud del Principado de Asturias, eludió comparecer en el mencionado órgano alegando motivos de salud, pero sí acudió en calidad en calidad de público para escuchar las declaraciones de sus compañeros.
Ahora, la decisión del Gobierno de crear una nueva Secretaría de Estado de Sanidad para "reforzar" la cartera de Illa ha reavivado el debate sobre la sintonía entre Illa y parte del equipo que le rodea.
Fuentes cercanas al ministro explican a Vozpópuli que el decreto de la estructura de esta nueva secretaría ha de ser aprobado en consejo de ministros, probablemente en la reunión que tendrá lugar este martes. El Ejecutivo que lidera Sánchez justifica la creación de este nuevo órgano como refuerzo del equipo que dirige el ministro Illa ante nuevos rebrotes y ante la aparición de "nuevas enfermedades de potencial pandémico".
El PP acusa al Gobierno de querer tapar la inexistencia del comité de expertos
La medida es una de las grandes reivindicaciones por parte de varios ex altos cargos sanitarios durante las comparecencias en el grupo de sanidad y salud pública de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados, pero se desconoce si será el hasta ahora secretario general quien ocupe el nuevo cargo de secretario de Estado o si, por el contrario, quedará relegado a un segundo plano como apuntan las quinielas.
Sin embargo, los partidos de la oposición atribuyen el sorpresivo anuncio de una nueva secretaria de Estado a una maniobra de Moncloa para tapar el escándalo sobre la inexistencia del comité de expertos para la 'desescalada'.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, advirtió este lunes que "la eficacia y la coordinación no se consiguen con más altos cargos" pues, a su juicio, "el Gobierno ya tiene demasiados y va por detrás de los acontecimientos".