Los embalses son un problema de primera necesidad. A pesar de las lluvias y precipitaciones que han tenido lugar en la península a lo largo de esta semana, la sequía sigue haciendo mella en las principales provincias de nuestro país. Ya avisaron hace unos meses los expertos que la situación no se iba a solucionar con un chasquido de dedos o por arte de magia. Y estaban en lo cierto. Por octava semana consecutiva, el agua embalsada experimenta una bajada. Ni las precipitaciones, ni la DANA han sido capaces de revertir la situación de la falta de agua en los pantanos y los campos, llegando a un punto donde todas las alarmas han saltado sin ningún tipo de impacto positivo para el sector.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) publicaron este martes las estadísticas de los embalses en el mes de mayo. Los datos proporcionados por la entidad confirman lo que muchos no querían escuchar. La acumulación de agua está en cifras inferiores a las registradas en el pasado año. Actualmente, se oscila unos 26.640 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, mientras que en el curso anterior el agua almacenada estaba en 27.814 hm³. Una bajada de más de 1.000 hm³; sin embargo, en la comparación con la media de los diez últimos años sale perdiendo considerablemente, ya que la cifra es de 38.205 hm³ a estas alturas del año.
Las precipitaciones experimentadas las últimas semanas han tenido cierta repercusión en la mejora de los datos. Unas lluvias que han dejado inundaciones en gran parte de la península, destacando zonas como Madrid u Ourense, donde el agua se apoderó de las calles de ambas ciudades. Un arreón final que ha "maquillado" los resultados ínfimos que se habían registrado en este mes de mayo.
Ni las lluvias mejoran la situación: los embalses de España en estado crítico
La Aemet ha calificado las lluvias de estos últimos días como "muy valiosas". El portavoz de la agencia, Rubén Del Campo, asevera que las precipitaciones han traído un aumento de la humedad en los campos y en embalses, lo que aporta una mejora para la situación crítica por la que se atraviesa. El análisis que realizó fue el siguiente: "Como los cielos están más nubosos y la humedad del aire es alta, la evaporación es menor, lo que favorece que la vegetación reduzca su estrés hídrico".
Unos datos que dan un poco tregua a los agricultores y que dan esperanzas a que puedan retomar los trabajos en el campo con el fin de sacar adelante sus cultivos. Del Campo agregó que "las lluvias caídas entre el 1 de marzo, cuando empezó la primavera meteorológica, y hasta el 28 de mayo es de exactamente 85 litros por metro cuadrado". No es todo de color negro. Eso sí, no hay que bajar la guardia, ya que el portavoz asevera que la cifra es idéntica a "la primavera completa del año 1995, que hasta la fecha es la más seca de la serie histórica 1961".
Los embalses no son los principales damnificados de la sequía que experimenta España en el 2023. En estos momentos, las cuencas más secas son las del Guadalquivir (23,8 %), seguidas de la de Guadalete-Barbate (25,3 %), las internas de Cataluña (25,6 %), Guadiana (31,9 %), la cuenca Mediterránea Andaluza (34,3 %) y la del Segura (35 %). Cifras muy bajas y que repercuten de manera directa a la acumulación de agua, ya que si los cauces y ríos carecen de agua, no podrán suministrar a los pantanos y embalses de su materia prima que les da sentido y vida.
La provincia con los embalses más deficitarios
Desde embalses.net, una página especializada que informa y reporta la situación por la que atraviesan los embalses de nuestro país, han publicado su boletín semanal. Un portal que utiliza los datos proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica, la AEMET y los sistemas SAIH Confederaciones, es decir, que tienen una base empírica. La entidad posiciona a Almería como la región con peor situación de sus embalses. Con una capacidad de 224, actualmente solo está embalsada el 14,29% de su capacidad. La lista de los embalses más deficitarios es la siguiente: