Deutsche Bank (DB) no ve Eurovegas. Para la todopoderosa entidad financiera alemana, el macro-complejo de casinos que promueve el magnate estadounidense Sheldon G. Adelson en la Comunidad de Madrid “está, potencialmente, en las últimas”. Esta opinión la expresa DB en una breve circular del pasado 3 de junio elaborada por su departamento de Estudios de Mercado dirigida a los inversores sobre Las Vegas Sands (LVS), la compañía de Adelson. Sorprendentemente, la nota del banco germano habla favorablemente de la trayectoria de la empresa del magnate judío (con sedes en Macao, Singapur y EEUU) excepto en el último párrafo, donde, literalmente, destroza el proyecto ibérico: “La idea [de Las Vegas Sands] en España, improbable desde nuestro punto de vista”.
Este medio ha tenido acceso a la circular a través de Equo, el partido ecologista contrario al proyecto previsto en terrenos del municipio de Alcorcón. Deutsche Bank entiende que las exigencias legales de Adelson, que incluyen una batería de exenciones fiscales o la petición de poder fumar en todos los casinos y salas de juego, son imposibles. “Desde la perspectiva del retorno de la inversión”, se lee más adelante, “las condiciones planteadas por LVS para poner en marcha el complejo necesitan conjugar con las normas legislativas españolas y europeas”; y tales condiciones resultan tan “significativas” que son hoy por hoy prácticamente “insalvables” para el DB.
“Sinceramente, nos cuesta creer que pueda alcanzarse acuerdo alguno”
Destaca la entidad en su informe tan solo los obstáculos legales, sin hacer mención alguna a los económicos. En septiembre del año pasado, otra circular del Deutsche Bank publicada en Vozpópuli sí hacía referencia a la envergadura del proyecto y a la probabilidad de recuperar lo invertido. “Aunque el compromiso con el proyecto es flojo”, decía aquella nota, “creemos que los inversores aportarán capital y créditos y que Eurovegas sabrá captar inversión pública en un mercado europeo sin competencia”. Nueve meses después, el banco más potente de Alemania utiliza otros argumentos para enterrar el futuro complejo.
“Nos parece que Las Vegas Sands está a la expectativa”, concede Deutsche Bank, “y que la empresa está verdaderamente comprometida con la idea”. Pero inmediatamente el análisis asesta una estocada mortal al complejo de Adelson: “Sinceramente, nos cuesta creer que pueda alcanzarse acuerdo alguno”.
Tras casi cuatro meses sin noticias, la última visita del magnate de Boston, judío ultraortodoxo y ultraconservador, se produjo el 29 de mayo y apenas duró unas horas porque Adelson hizo escala para aterrizar en Tel Aviv, como reveló La Razón. Adelson se vio con los presidentes del Gobierno y de la Comunidad, Mariano Rajoy e Ignacio González, y retrasó la salida a concurso del proyecto a julio (estaba prevista para abril). En teoría, todo sigue igual: Eurovegas tendrá 750 hectáreas, generará 200.000 puestos de trabajo y costará 17.000 millones cuando se terminen las tres fases de la obra, hacia 2017. Pero en el camino cada vez hay más baches.