El próximo 10 de junio miles de agentes están llamados a las urnas y los sindicatos que concurren a las elecciones llaman enérgicamente a la participación. Pero detrás de ese llamamiento se encuentra el interés de obtener una digna representación en el Consejo de Policía, un órgano de mediación del Cuerpo Nacional de Policía, y para ello los sindicatos utilizan un reclamo poco estético.
Lo llaman "premio al compromiso" u "obsequio conmemorativo", pero los regalos que ofrecen los sindicatos policiales persiguen otro fin más interesado. Las elecciones sindicales están a la vuelta de la esquina y hay mucho en juego: la composición del Consejo de Policía y su futura presencia en él. Lo de premiar la fidelidad o celebrar el aniversario de la agrupación sindical no suena a más que excusa porque, por mucho que los representantes de los trabajadores se afanen en explicar que no son regalos a cambio de votos, lo cierto es que no se suele brindar este tipo de obsequios a los afiliados fuera de período electoral.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP), uno de los sindicatos mayoritarios, ofrece una tablet de la marca Huawei a quien apoye su candidatura bajo el eslogan "¡Gracias! Premiamos tu participación y tu compromiso". La Confederación Española de Policía (CEP) es otra de las agrupaciones que utilizan el gancho de la fidelidad para premiar a sus votantes con un reloj Cauny Prima Swiss Brand y utiliza para su campaña el lema "Mantengamos la ilusión. Vota a CEP". Por su parte, la Unión Federal de Policía (UFP) quiere celebrar su próximo 25 aniversario con un reloj Lotus asegurando que "no todos somos iguales" y "defendemos tus derechos".
Sin embargo, hay un sindicato que se desmarca de estas prácticas. El Sindicato Profesional de Policía (SPP) expone en su página los motivos para votarlo el próximo 10 de junio, pero recalca bien claro: "El SPP no compra votos con regalos".
Estas formas de 'animar' a los agentes a ir a votar no son un invento nuevo. De hecho, en las elecciones del año 2003 la dádiva que ofreció la antes mencionada UFP fue nada más y nada menos que un jamón de bodega. Gracias (o no) a esta promesa, el sindicato logró un considerable aumento de votos en la escala básica respecto a las anteriores elecciones. En las escalas de subinspección y en la ejecutiva concurría en coalición con el SUP y, aunque también creció en sufragios, en la primera logró un representante en el Consejo, mientras en la segunda se quedó a medio centenar de jamones de conseguir representación.
En la Policía Municipal de Madrid, las tácticas para captar votos tampoco difieren mucho. El pasado mes de abril se celebraron las elecciones sindicales de este cuerpo policial y en esa ocasión las tablet también sirvieron para motivar a los afiliados para que acudieran a las urnas.