Adolfo Suárez Illana abandona la política activa para volver a la abogacía, aunque su intención es combatir, desde fuera del PP y del Congreso, la ley de memoria democrática de Pedro Sánchez. El hasta ahora secretario cuarto de la Mesa de la Cámara Baja se ha mostrado muy crítico contra esta medida del Gobierno, y su intención es defender sus posiciones frente a ella sin perjudicar al partido.
Así lo confirman a Vozpópuli diputados del PP muy cercanos a Suárez Illana, que conocen, desde hace tiempo, sus intenciones: "El tema de la Memoria Democrática es especialmente sensible para él. Le duele la politización de una etapa que estaba superada desde la Transición y quiere expresar su oposición contundente sin que eso pueda servir para atacar al PP".
En ese sentido, afirman las mismas fuentes, "nosotros ya hemos dicho que derogaremos la ley cuando lleguemos al Gobierno, pero él ya se ha expresado con más contundencia". Ahora, afirman los que han sido sus compañeros de bancada, "podrá hacerlo como un ciudadano más... y representando lo que representa el hijo de Adolfo Suárez".
Suárez Illana, de hecho, ya expresó en una entrevista en Cope su malestar por esta ley, asegurando que no se puede hacer "de cada exhumación una reivindicación política". Añadió, además, que para él, las víctimas de la Guerra Civil, la dictadura y el franquismo "requieren reparaciones personales, no reivindicaciones políticas, para las que hay otros cauces" ante "la mal llamada memoria democrática".
Sobre el propio texto de la ley impulsada por el Gobierno, afirmó que estaba "cargado de ideología" y se mostró muy contundente: "A la ciudadanía le cuesta entender que, en un asunto donde hay daños personales graves, los partidos, que tenemos todo el derecho a tener una ideología concreta, no seamos capaces de servir desde esa misma ideología a la sociedad concreta y a solventar este problema".
Su sucesor, un 'gurú' de Casado
Una vez conocida la decisión de Suárez Illana, el PP ha agradecido su dedicación al partido durante estos años, dejando a las claras la buena relación existente entre la actual ejecutiva nacional y el hijo del expresidente del Gobierno. Génova, de momento, se dará "unos días" para elegir al nuevo presidente de la Fundación Concordia y Libertad y proponer un nuevo secretario cuarto para la Mesa del Congreso.
Compañeros del ya exdiputado destacan que existía una buena sintonía entre Suárez Illana y Alberto Núñez Feijóo y que de hecho el presidente del partido fue informado personalmente de esta decisión. En todo caso, añaden, "Adolfo llevaba tiempo queriendo abandonar la política" y, de hecho, "la última etapa con Casado en Génova no fue fácil". Con el relevo en el partido, decidió aguantar unos meses, hasta ahora.
Sobre su sucesor en el escaño, las fuentes consultadas destacan que el siguiente en la lista que lideró Casado en noviembre de 2019 en la circunscripción de Madrid es Miguel Ángel Quintanilla. Curiosamente, el futuro diputado -salvo que renuncie al acta- fue fichado por el entonces presidente nacional del PP como asesor en una remodelación de su gabinete en Génova.
En el verano de 2021, Quintanilla fue nombrado nuevo responsable de estrategia de la dirección nacional con una consigna clara: el diseño de la hoja de ruta para marcar distancias con Vox. Con el cambio de liderazgo en el partido, el segoviano abandonó Génova, pero ahora puede regresar al día a día del partido a través de su escaño en el Congreso.
Pontevedresa
Se va un caballero de la política, digno hijo de su padre, cuya imagen se ha ido engrandeciendo con el paso del tiempo. Otro caballero como su padre, que después de ejercer un trascendental papel en los albores de la Transición, fué maltratado hasta por los suyos, y no digamos por el Psoe siempre enemigos de todos, nunca adversarios. Adolfo hijo fué el gran Presidente de la Comunidad de Castilla La Mancha que se perdieron los manchegos, que prefirieron a un elemento como Bono..