El actual jefe de los Mossos d'Esquadra, Ferrán López, ha reconocido este lunes ante el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que instruye la causa por el procés, que a su juicio el dispositivo total de cara al referéndum ilegal del 1-O --en el que participarían Mossos, Policía y Guardia Civil-- era insuficiente, si bien ello era conocido por el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez del Cobos, responsable de su coordinación. Por lo que se refiere a la policía autonómica, la mayoría de los agentes designados para ese día no contaban con formación suficiente en orden público.
Mientras que Pérez de los Cobos declaró el pasado 1 de febrero ante el juez Llarena que los Mossos no llegaron a informarle del operativo aportado por este cuerpo --unos 7.500 efectivos para que hubiera dos de ellos en cada colegio electoral-- este lunes Ferrán López ha manifestado por el contrario que tras la advertencia de la Fiscalía de la insuficiencia en el número, lo aumentaron en 800 agentes más. Ha añadido que ni antes ni siquiera en reuniones posteriores Pérez de los Cobos le ha reprochado la actuación del cuerpo autonómico.
A lo largo de sus tres horas de declaración el mando de los Mossos no ha querido entrar a valorar las actuación de la Guardia Civil y la Policía en la citada jornada, si bien, según fuentes presentes en la declaración, ha rechazado calificar lo realizado por los cuerpos nacionales de "cargas".
López, que ya prestó declaración el pasado viernes ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, igualmente como testigo, ha vuelto a comparecer este lunes en el alto tribunal a petición del exconsejero de Interior, Joaquim Forn, en prisión preventiva desde el pasado 2 de noviembre. Llegó al alto tribunal casi media hora antes de su cita sin hacer manifestaciones a los periodistas que le esperaban a las puertas y tampoco lo hizo a la salida.
Tras el actual jefe de los Mossos estaban citados en el Supremo Joan Carles Molinero Juncá, que es jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central de los Mossos, y Emilio Quevedo Malo, máximo responsable de la Comisaría General Técnica de Planificación de la Seguridad.
COMPRA DE ARMAS
Según fuentes presentes en el interrogatorio, durante sus casi dos horas de declaración Molinero habría ratificado ante el juez el intento de compra de armas --subfusiles-- que planearon realizar los Mossos semanas antes del 1 de octubre y que fue paralizada por el Ministerio del Interior. Ha señalado que esto fue así pero no podía explicar cuál iba a ser la finalidad que se iba a dar a dichas armas, ya que él la conoció únicamente como responsable de recursos de cuerpo.
Por su parte, Quevedo ha reconocido que durante la reunión de la Junta de Seguridad del pasado 28 de septiembre, en la que estuvo presente el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, éste señaló que iban a seguir adelante con el referéndum porque había que cumplir con el programa electoral. También ha manifestado que el dispositivo de los Mossos se organizó teniendo en cuenta también los agentes de la guardia civil y policía nacional desplazados a Cataluña.
Todos ellos han comparecido a petición de Forn, que solicitó que se les interrogase para demostrar que muchas de las manifestaciones del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos en la sede del alto tribunal eran "radicalmente inexactas".
Mañana están citados otros tres testigos, que son el responsables la Comisaría General de Información del Cuerpo autonómico, Manuel Castellví --también a petición de Forn--, al que segurían un sargento y un inspector que estuvieron presentes en el registro de la Consejería de Economía del pasado 20 de septiembre, propuestos por el líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.