Los recurrentes contratos con el Ayuntamiento de Rivas (Madrid) de la cooperativa Aupa de Héctor Sánchez Melero presentan puntos jurídicamente conflictivos, a tenor de informes y documentos oficiales, por el papel jugado en su tramitación o aprobación por dos parientes directos suyos: su hermana, Tania Sánchez, ex edil y hoy candidata a la presidencia madrileña por IU, y su padre, el concejal de dicha formación Raúl Sánchez Herranz.
La más llamativa anomalía se produce el 21 de octubre de 2008: ese día la Junta de Gobierno de Rivas, de la que Tania Sánchez forma parte, le adjudica un contrato de 136.000 euros a la firma de su hermano. Ella tenía no sólo la obligación legal de abstenerse, deber que no ejerció, sino también de informar a su superior, el alcalde José Masa (IU), de su parentesco con el beneficiario. Pero tampoco lo hizo.
Y esto privó de un dato esencial al resto de concejales presentes en dicha reunión, tanto de PSOE como de IU, que afirman que no habrían aprobado el contrato ese día de haber conocido tal hecho ya que habrían exigido garantías adicionales para examinar si había o no alguna sospecha de trato de favor hacia la firma del hermano de la concejala.
De hecho, el acta de dicha reunión afirma que se firmó la "adjudicación" de dicho contrato 123/08 (no usa el término "ratificar" que suele usar Tania Sánchez para diluir su papel) por la Junta de Gobierno de Rivas "previa deliberación y debate y por unanimidad". Mal pudieron debatir las conexiones familiares del contrato puesto que las ignoraban.
Tal omisión informativa ha sido ratificada por un informe entregado a la comisión de investigación del Ayuntamiento de Rivas, según fuentes municipales de la oposición, y por el testimonio a este diario de tres concejales presentes en dicha junta. Tan controvertido contrato, por añadidura, se había adjudicado a dicha cooperativa por ser la única oferta presentada.
Contundencia legal
Sin embargo, la ley es clara. Tania Sánchez, a tenor de los informes jurídicos del Ayuntamiento de Rivas, debió abstenerse: "deberán abstenerse de participar en la deliberación, votación, y decisión y ejecución de todo asunto cuando concurra alguna de las causas a que se refiere la legislación de procedimiento administrativo y contratos de las administraciones públicas".
Y esto ocurre, por ejemplo, como recordaba el escrito, en el siguiente caso: "tener parentesco de consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del segundo con cualquiera de los interesados, con los administradores de de entidades o sociedades interesadas". Era la foto jurídica de Tania Sánchez respecto de su hermano.
De haberlo sabido, ese día no lo habríamos aprobado. Habríamos pedido más datos y explicaciones de cómo se había gestado para comprobar que no había ni trato de favor ni irregularidad alguna, explican tales ediles.
Tal irregularidad por no respetar las normas sobre incompatibilidades podría incluso invalidar el contrato del hermano de Tania Sánchez: "la actuación de los miembros en que concurran tales motivos implicará, cuando haya sido determinante, la invalidez de los actos en que hayan intervenido".
Esto lo dice el propio informe jurídico elaborado por el Ayuntamiento de Rivas, que agrega lo siguiente: "Tratándose de órganos colegiados ha de valorarse si la intervención de un miembro afectado por una causa de abstención ha sido determinante del acuerdo o si por el contrario ha sido irrelevante en la formación de la mayoría".
Los tres concejales presentes en dicha votación consultados por este diario consideran que la omisión del dato sobre el parentesco de Tania Sánchez con el adjudicatario podría ser cualquier cosa menos irrelevante. "Era un dato clave del contrato en términos legales y políticos a la hora de evaluarlo. De haberlo sabido, ese día no lo habríamos aprobado. Habríamos pedido más datos y explicaciones de cómo se había gestado para comprobar que no había ni trato de favor ni irregularidad alguna", explican tales ediles.
El propio informe municipal recuerda que la intervención de un político que debió abstenerse es "una actuación siempre irregular sometida a sospecha de imparcialidad que anuda responsabilidades de diversa índole".
Aprobación generalmente por unanimidad
Hay otro hecho que avala la importancia del secreto de Tania Sánchez sobre su parentesco con el contratista: "la diferencia esencial entre los acuerdos en el Pleno y en la Junta de Gobierno es que aunque en ambos el voto es personal e indelegable, en el Pleno los acuerdos se aprueban como criterio general por mayoría (simple o absoluta), y en la Junta de Gobierno se adoptan por regla general por unanimidad".
Y esto también lo sustenta el informe jurídico del Ayuntamiento de Rivas. Ergo, si la decisión debía ser tomada por unanimidad, el secreto de Tania fue decisivo porque de haberlo roto habría cambiado la votación y quebrado tal unanimidad. El contrato no habría sido aprobado.
El propio informe municipal recuerda que la intervención de un político que debió abstenerse es "una actuación siempre irregular sometida a sospecha de imparcialidad que anuda responsabilidades de diversa índole"
Tania Sánchez no sólo debió abstenerse, a tenor del citado informe jurídico de Rivas. Los asesores jurídicos municipales ven exigible legalmente un paso más en tales casos: las autoridades en quienes se den tales incompatibilidades "se abstendrán en el procedimiento y lo comunicarán a su superior, quien resolverá lo procedente". Y, según recoge un nuevo informe del Ayuntamiento de Rivas, ni el entonces alcalde, José Masa, supo de tal incompatibilidad ni la comunicó al resto de la junta. Tania Sánchez nunca la reveló.
Esta desinformación de los nexos familiares con Aupa a la junta de gobierno según la oposición podría extenderse a Raúl Sánchez Herranz, concejal desde 1999 de Rivas y padre de Tania Sánchez y del administrador de dicha cooperativa, en algunos contratos de su hijo que se aprobaron por dicho organismo.
Constan rastros documentales de su intervención en la gestación en algunos de ellos. Pero, según un informe oficial, no consta ningún escrito en el que dicho edil alerte a "su superior", el alcalde de turno de Rivas, de sus nexos familiares con tal contratista municipal. Un ejemplo claro de su intervención en asuntos de su hijo es el contrato 135/06. El pliego de condiciones lo firma Yolanda Pérez, socia fundadora de la Aupa, licitadora única. Sánchez Herranz estuvo presente en la mesa de negociación. El monto adjudicado fue de 124.991 euros.
Tras la toma de las riendas de Aupa por Héctor Sánchez Melero, en diciembre de 2003, obtuvo los siguientes contratos: 348/04; 483/04; 483/04; 340/05; 135/06; 152/06; 005/07 y 123/08.
Otros contratos previos contaron con la intervención del padre de Tania, pero su hijo aún no era administrador único de la cooperativa, algo que ocurrió en diciembre de 2003. Ambos contratos, aunque gestados en 2002, se prorrogaron un mes mas y los heredó Héctor Sánchez Melero .Pero ambos dejaron un claro rastro de la impronta del padre del futuro administrador único:
El contrato 285/02. Aupa se topó con otro licitador, Arquitiempo Servicios, que ofrecía un menor precio pero fue desbancado. Raúl Sánchez Herranz estuvo presente en las mesas de contratación de 20 de mayo y 3 de junio de 2002. Esta última elevó la oferta como ganadora, y la aprobó la junta de gobierno de gobierno el 16 de diciembre por un monto de 73.642 euros.
El contrato 549/02. Este contrato de Aupa se inició de urgencia por Raúl Sánchez Herranz como alcalde accidental. Nuevamente, gana Aupa, el padre del contratista interviene en la mesa de contratación del 16 de septiembre de 2002. El monto fue de 61.000 euros.
Este diario ha solicitado sin éxito a través del gabinete de Prensa de Rivas su explicación sobre si consta o no que Tania Sánchez o su padre, Raúl Sánchez Herranz, durante su mandatos como concejales hubieran informado alguna vez de su parentesco con los contratos adjudicados a Héctor Sánchez Melero.
Este diario solicitó, también sin respuesta, la versión de ambos políticos de Izquierda Unida.