El trágico suceso de Andújar (Jaén) con la muerte de un agente de Policía Nacional ha conmocionado al Cuerpo y a sus compañeros de la Guardia Civil. Sin tiempo para recuperarse del suceso otro hombre agredió a un policía en Pontevedra. El aumento de estos ataques a los funcionarios ha planteado un debate sobre el uso de las armas de fuego reglamentarias. ¿Cuándo hay que utilizarlas? Esa es la gran pregunta que se hacen los efectivos de toda España. Algunos de ellos expresan en declaraciones a Vozpópuli cómo es su sentir: "Tenemos inseguridad jurídica", lamentan.
Los policías tardarán tiempo en olvidar la muerte de Juan José Lara. Se dio la fatalidad de que el disparo de su compañero atravesó el cuerpo del agresor y se desvió al abdomen del agente. Una intervención que evitan comentar y es que para analizarla ya están los funcionarios que se encargan de la investigación.
Sí que hay un detalle que llama la atención. Todo el recorrido fue grabado por los vecinos. Mientras el agresor se dirigía a los agentes, la gente pedía a gritos que dispararan al atacante. A pesar de las advertencias, no lo hizo. ¿Por qué?.
Los principios del uso de las armas
El primer aspecto reseñable es que la instrucción sobre la utilización de armas de fuego por los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, data de abril de 1.983. Ya ha cumplido más de 40 años. Este encaje legal habla de de que los agentes deben ceñirse a los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios a su alcance.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles creen que no es necesario que se cambien los principios básicos de intervención que rigen desde hace más de 40 años. Sin embargo, sí que centran la problemática en las interpretaciones que se dan en los juzgados. "No puede ser que cada uno interprete una cosa diferente", lamenta Pedro Carmona, el portavoz de la asociación.
De ahí viene el temor de los efectivos, y las consiguientes dudas, a la hora de usar su arma de fuego aunque su vida corra peligro. Desde esta asociación consideran que falta formación en instrucciones de tiro ya que dos prácticas al año son insuficientes. Y es que cada vez se demanda más el uso de las armas en las intervenciones y debería haber un manejo mejor de la pistola.
Piden a Interior un manual
Otra de las soluciones que proponen es el reparto de pistolas táser aunque solo llegarán al 10% del Cuerpo. Principalmente, las tienen los conductores de presos pero no los agentes de Seguridad Ciudadana que tienen que decidir al límite en muchos sucesos.
En la misma línea sus compañeros del Sindicato Unificado de Policías (SUP) creen que hay jurisprudencia del Tribunal Supremo suficiente que avala el uso de las armas de fuego. Por ello, proponen que el Ministerio del Interior establezca unos manuales que sirvan para dar más seguridad jurídicas a los agentes que tienen dudas a la hora de usarla.
Su portavoz, Jacobo Rodríguez, lamenta que las directrices son "muy genéricas" y este manual, que se debe repartir en las academias, podría poner "negro sobre blanco" y facilitar el trabajo día a día de los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Tampoco se descartaría establecer un "desarrollo legislativo que avale el uso de la fuerza".
Tras el uso de armas: un "calvario judicial"
El agente subraya que sus compañeros en el Cuerpo no tienen "miedo" porque el capital humano es lo mejor que tienen pero les entran "dudas" a la hora de usar las armas de fuego por el "calvario judicial" al que se ven sometidos después. Juicios televisivos, críticas sociales, redes sociales.. Todo forma un verdadero tornado que hace mella en la moral.
Desde el SUP consideran que es necesario hacer "más pedagogía" sobre este tema para que también haya conciencia desde la sociedad. En este aspecto plantean una "formación continua" con los planes de tiro ya que la "realidad que hay en las calles es más violenta" y los agentes no pueden practicar solo cuatro veces al año con 100 cartuchos.
Al igual que en AUGC apuestan por el reparto de las táser, ya que puede ser una herramienta fundamental que ayude en el trabajo de los funcionarios. "Deben protegernos a los que protegemos", lamenta este policía sobre el uso de las armas.
vallecas
Los agentes de policía deberían saber que si no se piensa ,o no eres capaz de disparar, no se debe sacar el arma. Un agente murió por falta de profesionalidad y sentido común. Si los dos agentes hubieran llegado juntos y armados con la porra, nada de esto hubiera sucedido.